_
_
_
_
_

El Insalud admite que algunos hospitales pagan el cuádruple que otros por un mismo fármaco

El Tribunal de Cuentas cifraba la diferencia en 1998 en el doble de precio

Tras publicar el pasado 3 de mayo la denuncia del Tribunal de Cuentas, EL PAÍS solicitó al Insalud datos que permitieran aclarar si pervivían hoy tales diferencias entre sus hospitales al comprar un mismo fármaco. Dos meses después, aún no ha respondido a la pregunta clave: a cuánto compra cada hospital un mismo fármaco. Pero sí ha aportado unas gráficas donde evalúa el coste diario que tiene en cada hospital la dosis de un mismo principio activo que se administra por paciente. Lo llaman DDD (dosis definida diaria). Tales gráficas, en las que el Insalud omite deliberadamente el nombre de cada hospital, permiten comprobar las diferencias de precio entre unos y otros centros. Si en unos hospitales el coste de la DDD de omeprazol oral, un antiulceroso, se sitúa en unas 30 pesetas, en otros sobrepasa las 120 pesetas. La misma dosis cuesta cuatro veces más.

Más información
Coste y consumo del omeprazol oral
El Gobierno negocia con la industria un concurso global

Tales desfases de costes son aún mayores que los denunciados por el Tribunal de Cuentas, que destapaba diferencias de hasta el doble entre hospitales al comprar un mismo producto. Aunque la gráfica del Insalud no permite establecer comparaciones para una misma marca, sí evidencia que, al menos, algunos hospitales compran la presentación más cara de un mismo principio activo, crítica que ya formulaba el Tribunal de Cuentas, que observaba que el Insalud no cumplía la compra de génericos que preconiza.

Una segunda gráfica muestra que lo anterior no es una excepción. Así, el coste de la DDD de omeprazol parenteral oscila entre los hospitales de 330 a 680 pesetas. Más del doble.

Ante la denuncia del Tribunal de Cuentas, el Insalud argumentó que tales diferencias no eran reales, ya que 'en ocasiones la facturación se realiza a PVL (precio de venta laboratorio, precio de intervención), pero dicho precio es mejorado posteriormente por bonificaciones o descuentos pactados por los centros en función del volumen de compra al proveedor, abonos que a veces son recogidos en la propia factura y otras veces se cuantifican posteriormente y quedan reflejados en documento posterior a la propia factura'.

Tal práctica se traduce en que el dinero finalmente rebajado de la factura oficial se usa para comprar más medicamentos u otros productos, ordenadores por ejemplo. Pero las autoridades del Insalud son conscientes de que tal opacidad no se ajusta a la ley y propicia que al final no se sepa exactamente dónde va el dinero del descuento, aunque a renglón seguido hacen una profesión de fe: 'No tenemos ninguna noticia de desvío irregular de tal sobreprecio, porque si no, lo pondríamos en manos de los tribunales'.

Pero si el Insalud no tiene noticias de desvíos irregulares, lo cierto es que sus propios indicadores anuales de evaluación de costes de fármacos, donde se supone que ya ha tenido en cuenta todos los descuentos, arrojan diferencias abismales entre unos hospitales y otros. Un alto cargo del Insalud alega que 'a un hospital situado en Manacor siempre le saldrá más caro un fármaco que a uno de Madrid'. En la medida en que el cuadro que ofrece el Insalud omite nombres de los centros, es imposible ver qué influencia tiene la ubicación sobre el coste. Por contra, en el informe del Tribunal de Cuentas, hospitales situados en el centro de la Península, como el hospital La Paz o el Virgen de la Salud de Toledo o el hospital Yagüe de Burgos, pagaban el doble por un mismo fármaco que centros situados en Murcia o Asturias.

Otra variable que utiliza el Insalud para justificar tales diferencias en costes es que siempre le saldrá más barato al hospital que más cantidad compra. Pero la gráfica del Insalud, aun sin facilitar nombres de centros, evidencia que hospitales con similar volumen de compra contraponen diferencias de coste notables.

El Insalud, en un informe interno, recuerda que el Tribunal de Cuentas le ha reprochado que las compras hospitalarias se han producido 'en términos generales sin sujetarse estrictamente a los procedimientos y formas de contratación determinados en la ley de contratos y que los precios pagados en la adquisición de un mismo producto parecen haber resultado en determinados casos apreciablemente diferentes'. El Insalud lo rebate: 'Aunque algunos centros no se hayan ajustado de forma estricta a las previsiones legales, ello no ha ido en detrimento de una gestión eficiente, ya que los precios pagados en las adquisiciones han resultado competitivos. Por ello, entendemos que de manera alguna cabe hablar de un descontrol en la adquisición de estos productos'.

Pero el Insalud admite que actualmente el 49% de los contratos que suscriben los hospitales aún se produce 'sin verificar la totalidad de los requisitos establecidos en la ley de contratos'. Estos mecanismos no son otros que la publicidad y la concurrencia.

UGT pide transparencia

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_