Los soldados de la antiglobalización
Grupos de raíces diversas, perfectamente organizados en todo el mundo vía Internet, movilizan a miles de personas allá donde se reúnan los líderes del planeta
Los teóricos de lo caótico explican que el caos es un sistema que se autoorganiza espontáneamente siguiendo sus propias e ignotas reglas. Esta reducción simple de la teoría del caos podría explicar cómo una amalgama de partidos políticos, sindicatos de clase, organizaciones contestatarias de toda condición y grupúsculos de todas las izquierdas (desde pacifistas a anarquistas) han llegado a autoorganizarse mundialmente en lo que ya se conoce como movimiento antiglobalización, capaz de trasladar a 20.000 personas por todos los continentes con una fluidez y contundencia desconocidas.
El movimiento antiglobalización se ha convertido en un huracán, en una gran fuerza autoorganizada en la que nada se deja al azar y en la que se aprovechan todas las armas del sistema para combatirlo. Los antiglobales se han aliado con la Red de redes para difundir sus consignas, aunar sus mensajes y mantenerse en constante contacto. Los organizadores de la campaña contra la reunión que el Banco Mundial iba a celebrar en Barcelona (suspendida por el temor a lo que se avecinaba), por ejemplo, llevan mucho tiempo preparando el evento divididos en comisiones (logística, finanzas, comunicación, 'legal y antirrepresiva'...).
Ello les ha permitido elaborar un milimetrado calendario de movilizaciones (que lleva días en marcha), una guía para participar en las protestas e incluso disponer de una página web para todo aquel que quisiera desglobalizar Barcelona (rosadefoc.org). Todos los actos convocados, las consignas o el material de trabajo los han puesto a disposición del mundo a través de lo que se denominan listas de distribución de mensajes (por ejemplo, bcn2001@egroups.com).
Ya en abril comenzaron una recogida de fondos para el sostenimiento de sus actividades, para lo cual abrieron una cuenta en La Caixa, en la que las organizaciones que se adhirieran podían convertir en dinero su apoyo: 'Recordad que los mínimos son de 5.000 y 25.000 para organizaciones pequeñas y grandes, respectivamente'. Y ni un cabo suelto: 'Una vez realizado el ingreso, debéis mandar un e-mail a adhesionsbm@gmx.net y mandar el resguardo del banco'.
Los organizadores admiten que para el evento tenían un presupuesto de 2,6 millones, pero se han quedado cortos en un millón, posiblemente porque la desconvocatoria de la reunión ha desmovilizado a los colectivos, aunque se mantengan las protestas. Pero previamente y gracias a sus gestiones, habían logrado la cesión de un estadio en Badalona para que pudieran dormir 1.500 personas, de varias iglesias en Sabadell para 200 personas o del Centro Cívico La Báscula, en Monjuïc, con capacidad para 600 más. Todo al precio de 500 pesetas por noche.
Pero el mayor ejemplo de organización casi marcial es la Guía para participar en la organización de la campaña Barcelona 2001, donde se detalla qué personas van a participar en la contraconferencia de los días 22 y 23, el número de personas que tendrá que ir tras cada pancarta en la manifestación del 24, cómo se organizará el llamado juicio a la Bolsa o cómo dividirse el trabajo para las acciones previstas los días 24 y 25 en Barcelona, incluyendo la fabricación de protecciones, cascos y escudos. Todo ello con teléfonos de contacto, lugares de cita, direcciones de correo físico o electrónico...
Los responsables de este movimiento reconocen que la experiencia de las protestas de Praga o Seattle les han enseñado mucho, y también que la imagen del vandalismo extremo de pequeños grupúsculos les ha restado algo de autoridad, por lo que cada vez procuran marcar más las distancias con quienes están más interesados en la violencia callejera que en la regeneración económica del mundo. A pesar de ello, los organizadores del encuentro de Barcelona preparan un lunes 'confrontativo' en la capital catalana. Piensan marchar hacia la Bolsa de Barcelona divididos en 'dos columnas, una de choque estrictamente no violento con protecciones y otra más abierta. Éste es el plan A del lunes. Existe un plan B (que aquí no podemos contar) y que se haría en caso de ser poca gente'.
La propia teoría del caos explica que, en un sistema autoorganizado, la conducta individual sigue unas reglas y la conducta colectiva sigue otras, lo que también explicaría por qué el vandalismo de quienes pusieron patas arriba Gotemburgo ha recibido la reprobación general, mientras el colectivo antiglobalización va ganando cada vez más adeptos. Tantos, que incluso existe un colectivo independiente con página web propia (indymedia.org) y sucursales en 20 países (en Estados Unidos tiene 27 oficinas) que se ha convertido en una especie de biblia de la antiglobalización y donde están fijadas las convocatorias contra el nuevo orden mundial. La próxima cita será en Salzsburgo, Austria, el 2 y el 3 de julio, donde se reunirá el Foro Económico Mundial.
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