El Gobierno rechaza la petición socialista de compensar con medio billón a las autonomías

El Gobierno y el PSOE expresaron ayer su voluntad de llegar a un acuerdo sobre el nuevo modelo de financiación autonómica, que debe cerrarse antes de la presentación de los Presupuestos Generales del Estado, el próximo septiembre, pero también constataron "importantes diferencias" que impedirán un pacto rápido. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el responsable de economía del PSOE, Jordi Sevilla, confirmaron sus diferencias sobre la cantidad que el Gobierno debe poner sobre la mesa para repartir a las comunidades, sobre la forma de liquidar "deudas pendientes" a las autonomías, y sobre la cesión del IRPF. Sin embargo, la reunión confirmó un acercamiento en dos asuntos importantes: la cesión de la cesta de impuestos y del IVA a las comunidades, así como las garantías que aseguren la suficiencia financiera del sistema.

Cuatro horas duró la reunión entre las delegaciones del Gobierno y del PSOE. Bastaron para constatar que "hay suficientes puntos para seguir hablando", como señaló Sevilla, y que "existe voluntad de acuerdo por ambas partes", como manifestó Montoro. Los puntos de acuerdo a los que se referían ambos fueron el aumento de la capacidad fiscal de las comunidades con la cesión del IVA, los impuestos especiales y una pequeña capacidad normativa pendiente de autorización por parte de la Unión Europea. Montoro expresó su pesimismo sobre la actitud de la UE ante esta última cuestión.

El ministro mantuvo, en todo caso, la posición tradicional del Gobierno de no reconocer la supuesta deuda que reclaman los socialistas, e insistió en que "no hay que mirar para atrás". "Debemos centrarnos en el futuro modelo", dijo. No obstante, esta cuestión se abordará al final de la negociación, una vez que haya un preacuerdo sobre el funcionamiento del nuevo modelo.

En cuanto a la liquidación que reclaman las tres comunidades socialistas que en su día rechazaron el modelo vigente, aprobado por el PP, consideró necesario que "para efectuar esa liquidación, esas comunidades acepten el modelo actual". El punto de partida "es entrar en el actual modelo", dijo. "La puerta sigue abierta para que todas entren formalmente en el modelo y, a partir de ahí, regularizar su situación. Si no están en el modelo, si no aceptan el modelo actual, tendremos una dificultad insalvable a la hora de acometer cualquier regulación", advirtió.

Otro punto de discrepancia fue la cesión del IRPF a las autonomías. El Gobierno mantiene la actual composición, esto es, la cesión del 30% del IRPF. Pero Sevilla defendió un "tipo único autonómico sobre la base imponible".