El primer depósito de agua de Madrid se convierte en una nueva sala de exposiciones

La nueva sala de exposiciones se sitúa en el entorno urbano del complejo de depósitos del Canal de Isabel II, entre las calles de Bravo Murillo, Cea Bermúdez y Santa Engracia, que cuenta con un depósito elevado, recuperado para muestras de fotografía (de Clifford y Laurent, en PHotoEspaña 2001), y los proyectos del teatro del Canal, del arquitecto Juan Navarro Baldeweg, en un solar de 8.750 metros cuadrados, y jardines públicos.

'Es un espacio espléndido que hasta ahora ha estado oculto a los madrileños', declaró ayer Antonio Bonet Correa, director del museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. 'Es como una mezquita de Córdoba sumergida, salvando las diferencias estilísticas, con el juego de perspectivas oblicuas de pilares y bóvedas que recuerda también los cuadros de Piranesi'.

El arquitecto Juan Miguel Hernández León ha intervenido en la adecuación de la sala, con los accesos y arreglos estructurales. También coincidió en identificar el espacio 'entre la mezquita de Córdoba y Piranesi', que se adapta a las propuestas del arte actual. El diseño del montaje de la exposición de Roberto Turégano descubre en un recorrido de pasarelas los encuentros de las 24 filas de bóvedas de medio cañón de ladrillo visto y los 484 pilares que sustentan el primer almacén de agua para una ciudad de aguadores en expansión.

La Fundación Canal de Isabel II, con motivo de los 150 años de la creación del Canal (1851-2001), ha recuperado un depósito de 20.000 metros cuadrados, la cuarta parte dedicada a sala de exposiciones. El edificio, en cuya entrada figura una fuente con alegorías sobre la agricultura, la industria y el río Lozoya, se inauguró en 1858, con una capacidad de 58.000 metros cúbicos, y estuvo en uso hasta 1898, con la construcción de los nuevos depósitos situados en el solar de enfrente. Una parte del mismo se dedicó a archivo y a instalaciones deportivas en el exterior.

El edificio ha sufrido algunas reformas en el siglo XIX, por problemas de filtraciones, pero conserva la atmósfera del agua y la humedad (entre 70 y 80 grados), que se intenta bajar para comodidad de los visitantes. El ingeniero de caminos Miguel Aguiló, presidente del Canal entre 1984 y 1987, cree que el edificio tiene el espíritu romano de este tipo de construcciones de ladrillo, que ofrece la historia de la ingeniería a través del Canal. Cuando termine la exposición se realizará el acondicionamiento definitivo. El montaje de Agua y ciudad, detrás del grifo contiene documentos originales, seleccionados por Dolores Romero, con los testimonios de los ingenieros Lucio del Valle, Elzeario Boix, José Moret, Juan de Ribera y Juan Rafo, maquetas de presas y viaductos, una válvula de compuerta, área de vídeo e Internet (www.cyii.es) y una videoinstalación de Juan de Dios Hernández sobre el ciclo del agua en la Comunidad.