Vitoria usa una construcción similar para instalaciones
Los 1.200 metros cuadrados del antiguo Depósito de Aguas de Vitoria, soterrado en lo alto de la ciudad, no producen ninguna claustrofobia. Es más, este espacio expositivo es una de las salas más atractivas del País Vasco, con instalaciones creadas especialmente para el lugar, como la que en estos días se presenta bajo el título Llueve sobre mojado, dentro del 16º Festival Audiovisual de Vitoria.
Los orígenes de este depósito se remontan a finales del siglo pasado. Después de 101 años en funcionamiento, se abandonó su uso en 1986 y, tras unos años de rehabilitación, abrió sus puertas como sala de exposiciones en 1991. Pero el verdadero cambio que ha vivido esta gran nave de unos 10 metros de altura llegó en 1997 con la apertura del vecino Palacio de Montehermoso como centro especialmente vinculado a la producción audiovisual.
Con la conexión de ambas edificaciones, el Depósito de Aguas ha pasado a ser el principal referente de Vitoria en cuanto a instalaciones artísticas. En esta última temporada, por ejemplo, ha destacado la versión que Marisa González preparó de La fábrica; tampoco se olvida la interpretación de la cantata El silencio de las sirenas, creada por José Luis Campos para ser interpretada en naves de estas características sonoras, como la de Tenerife, en la que se estrenó.
Otros montajes se han adaptado especialmente para su visión en este lugar: la exposición La tierra vista desde el cielo se apoyó en su presentación en Vitoria en las connotaciones sonoras del agua.
Babelia
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