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Tribuna
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¿Hay que soterrar las líneas de alta tensión?

El tendido aéreo es mucho más barato, pero tiene mayor impacto sobre el medio ambiente

Todo se reduce a un debate económico. ¿Las ventajas del soterramiento de una línea de alta tensión compensan una inversión entre 4 y 10 veces más elevada que la de un tendido aéreo? La mayoría de los políticos y las compañías de electricidad aseguran que sería un despilfarro inconcebible universalizar los soterramientos, mientras que los ecologistas y los movimientos ciudadanos contra las líneas eléctricas argumentan que la protección de la naturaleza y de las personas no tienen precio.

La demanda de soterramiento ha aparecido cíclicamente a lo largo de los años de conflicto de la línea de las Gavarres. Fecsa-Endesa no ha negado nunca que sea factible técnicamente, pero se niega a asumir sus costos. Los sectores antilínea, por su parte, advierten de que soterrar cualquier tramo de zona no urbana crearía un precedente peligroso ante futuros tendidos.

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Joaquim Bosch, secretario de la Asociación Antilínea de las Gavarres, que agrupa a unos 130 asociados de tres municipios afectados por el trazado, se reconoce 'cabreado pero no desanimado' ante la reciente decisión del alcalde de Cassà de la Selva, Antoni Baulida, de pactar con Enher el desbloqueo del trazado en su población. La empresa confía en reanudar las obras en Cassà en las próximas semanas. El pacto es también un jarro de agua fría de pragmatismo político sobre la encendida utopía vecinal. Quedan atrás los tiempos en que los vecinos, organizados en combativas cuadrillas, corrían por los bosques jugando al gato y al ratón con las excavadoras de la compañía, boicoteando las obras y sorteando a los Mossos d'Esquadra, investidos de un aura de Robin Hood. Los antilínea, ahora ya sin el apoyo consistorial, confían aún en que el juzgado les dé la razón y puedan cambiar el trazado. Bosch recuerda que en Francia se han soterrado excepcionalmente trazados no urbanos.

Los técnicos dejan muy claro que la decisión del soterramiento es sólo política y económica. Paulino Montané, ex subdirector general de Fecsa y miembro de la comisión de expertos que el pasado febrero presentó un informe sobre energía eléctrica al Parlament, mantiene que el costo del soterramiento es 'desproporcionado e injustificado'. En opinión de Montané, debe seguirse el modelo europeo, 'que aplica el soterramiento en zonas muy densamente pobladas. Lo que parece absurdo es soterrar en zonas rurales o boscosas'. No opinan igual los sectores ecologistas, que recuerdan que una sentencia judicial ha atribuido a un tendido eléctrico el devastador incendio de la Cataluña central de hace unos años.

La Asociación de Naturalistas de Girona (ANG) admite que han rehuido el debate del soterramiento porque consideran anti económico cualquier transporte energético. Los técnicos de las compañías consideran utópicos sus planteamientos, como el que defiende que el alumbrado público puede reducir su consumo un 17%. También aseguran que el aprovechamiento solar en todos los tejados de Sant Feliu de Guíxols produciría hasta 13 veces la energía que se consume en el municipio.

La comisión energética del Parlament, sin embargo, afirma que la escasez de electricidad es preocupante y que hay que actuar con celeridad. Los expertos sostienen que, a pesar de las polémicas, las líneas eléctricas se construyen en Cataluña respetando el medio ambiente.

Torres eléctricas de la línea de las Gavarres, a su paso por Llagostera.
Torres eléctricas de la línea de las Gavarres, a su paso por Llagostera.PERE DURAN

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