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Las cajas sevillanas esperaban ganar 13.170 millones en la operación inmobiliaria de Tablada

El Monte y San Fernando contrataron a Idisa por 1.300 millones para la gestión del proyecto

La Junta de Andalucía presentó en noviembre pasado a los 22 ayuntamientos de la aglomeración urbana de Sevilla un plan de ordenación por el que buena parte de las 356 hectáreas de Tablada serían destinadas a parque metropolitano. Los representantes del Ayuntamiento de Sevilla aceptaron esta idea y la puntilla al proyecto especulativo se la dio hace dos semanas el concejal de Urbanismo, Rafael Carmona (PA), al anunciar la intención de expropiar los terrenos, que será efectiva en el pleno de este mes. Esta medida debe suponer la cancelación del contrato de gestión millonario, que preveía su resolución 'si el 31 de diciembre de 2003 no se hubiere conseguido la recalificación del suelo de Tablada de rústico a urbano'. Curiosamente, las dos cajas se han comprometido con el Banco de España a reducir sus riesgos inmobiliarios en esa misma fecha.

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La aventura de comprar terrenos 'rústicos o industriales' que 'podrían ser recalificados' ha sido reiteradamente reprochada por el Banco de España a estas entidades, por 'su marcado carácter especulativo'. El Monte y San Fernando suman una concentración de inversiones en el sector inmobiliario cercana a los 145.000 millones de pesetas según los informes de Banco de España de hace un mes, lo que significaría un 125% de los recursos propios de una caja fusionada. San Fernando tiene operaciones pendientes por 16.000 millones (y El Monte eleva su inversión a 181.000 millones).

Operación simbólica

La operación de Tablada, con una inversión cercana a los 10.000 millones de pesetas, significa sólo el 6% del total de la apuesta de las dos cajas en el sector inmobiliario, en el que participan El Monte con 27 empresas, según el último informe del Banco de España, y San Fernando al menos con 13 sociedades, según otro informe del banco emisor de abril de 1999. Sin embargo, Tablada ha sido la operación más simbólica. La idea surgió de unos gestores inmobiliarios que cuando Defensa cerró la base aérea en 1989 empezaron aglutinar a los propietarios con derechos de reversión del suelo, expropiado para crear el aeródromo militar en 1917. Estos gestores constituyeron la empresa Idisa, con un capital de 10 millones de pesetas y dos administradores, Ramón Valencia y Adolfo Ladrón de Guevara.

El 11 de noviembre de 1997, Ramón Valencia firmó un contrato de gestión con Juan Manuel López Benjumea, presidente de Caja San Fernando y vicepresidente del Consorcio Tablada, empresa propiedad de las dos cajas a partes iguales, que se había hecho con la propiedad de los terrenos inundables y no urbanizables de la antigua dehesa sevillana en subasta pública en 1999. Por este compromiso Idisa entró en el Consorcio con un 5% del capital, sus gestores se comprometían a no realizar operaciones particulares en Tablada, y se garantizaban unos honorarios fijos hasta el año 2011 de 652 millones de pesetas y unos variables hasta un máximo de 520 millones. Además, recibían 135 millones por aportación de negocio y asesoramiento. Todas estas partidas hacen un total de 1.307 millones. Además de estos ingresos, los promotores de Idisa se reservaron un 5% del beneficio bruto que consiguieran superior a los 13.169,8 millones de pesetas fijados como mínimo en el contrato.

Este periódico intentó ayer, sin éxito, hablar con Ramón Valencia para conocer el estado de las gestiones de su empresa y del Consorcio, del que fue nombrado director general sin retribución. La primera de las funciones que las cajas encomendaron a Idisa fue la 'recalificación del suelo', aunque en la estipulación quinta se daba por hecho que 'las 320 hectáreas se van a urbanizar y comercializar'. Una de las empresas interesadas en comprar parte del terreno era la Inmobiliaria Osuna, con la que Isidoro Beneroso, presidente de El Monte y del Consorcio, contrajo un compromiso personal que fue validado por el consejo de administración de esta sociedad el 30 de marzo de 1999. 'Se ha optado por descartar la integración de dicha Inmobiliaria en el capital social del Consorcio Tablada, conviniéndose suscribir un contrato de promesa de venta por el equivalente al 17,5% del suelo puesto en explotación', recoge el acta del consejo. La expropiación de Tablada dejará en suspenso toda la operación.

Vista general de la dehesa de Tablada, a media tarde de ayer.
Vista general de la dehesa de Tablada, a media tarde de ayer.PABLO JULIÁ

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