Los obispos califican de abortiva la píldora del 'día después', en contra de la OMS
El fármaco es un anticonceptivo de emergencia inocuo para el embrión implantado
El consenso científico internacional recogido por la OMS considera que el embarazo empieza con la implantación del embrión en el útero, y no con la fecundación del óvulo por el espermatozoide. De otro modo, los 30.000 embriones congelados que las clínicas españolas de fertilización asistida guardan en sus tanques de nitrógeno líquido deberían disfrutar del extravagente estatus jurídico de embarazos extracorpóreos.
El mecanismo de acción de la píldora poscoital no se conoce en todo su detalle, pero sí se sabe de él lo suficiente como para descartar que provoque un aborto, es decir, una interrupción del embarazo. La OMS establece que 'previene la ovulación, la fecundación y/o la implantación', pero excluye que tenga ningún efecto sobre el embrión ya implantado. La píldora poscoital, según este organismo de Naciones Unidas, 'no es efectiva una vez que el proceso de implantación ha empezado, y no puede causar un aborto'.
De hecho, el mismo principio activo, a menor dosis y administrado a diario, se usa también como una píldora anticonceptiva convencional. La píldora del día siguiente es, según el criterio científico comúnmente admitido, un método anticonceptivo, no abortivo, y el hecho de que sólo deba usarse en situaciones de emergencia se debe simplemente a que su eficacia es moderada (un 85%).
Ninguna de estas precisiones parece interesar a la jerarquía eclesiástica. En línea con la postura expresada el pasado día 27 por la Conferencia Episcopal, los obispos manifestaron ayer en implacable sucesión un rechazo sin fisuras a la comercialización del fármaco en España. 'Es una píldora abortiva y un asesinato desde el momento en el que su cometido es evitar que el óvulo quede fecundado', dijo, por ejemplo, el arzobispo de Barcelona, Ricard María Carles, que añadió: 'No es ni moral ni patrióticamente aceptable'.
El presidente del Consejo Pontificio de la Pastoral Sanitaria del Vaticano, Javier Lozano, dijo que 'la vida es un don que recibimos y que hay que defender a toda costa', y que 'todo aquello que atenta a la vida no es lícitamente aceptable'.
Los obispos andaluces, que celebraban ayer su 89ª asamblea en Roquetas de Mar (Almería), aprovecharon para mostrar su 'gran preocupación' por el reparto gratuito de la píldora anunciado la víspera por la Junta de Andalucía. 'Está en juego el concepto de persona', sentenció el obispo de Almería, Rosendo Álvarez, que luego elaboró su idea: 'Es un atentado directo a la vida, puesto que se trata de que ya hay alguna vida ahí, como reconocen incluso médicos no creyentes'.
Similar esquema de pensamiento mostró, en efecto, el secretario del comité de ética de la Organización Médica Colegial, Gonzalo Herranz, que declaró a Europa Press que la píldora 'destruye la vida humana naciente' y que la objeción de los médicos a administrarla está 'más que justificada'. Según Herranz, hay un problema semántico derivado de que la federación internacional de obstetricia y la OMS decidieron hace años fijar el inicio del embarazo no en el momento de la concepción, sino en el de la implantación o anidamiento del embrión en la pared del útero.
Las dos presentaciones de la píldora del día siguiente que se comercializarán en España son NorLevo (de Alcalá Farma, que estará en las farmacias mañana) y Postinor (de Schering). Su precio de venta será de unas 3.000 pesetas. Se trata de dos nombres comerciales del levonorgestrel, una hormona sintética similar a la progesterona. Su eficacia media para evitar el embarazo es del 85% cuando la primera pastilla se toma antes de que transcurran 72 horas del coito, pero lo mejor es darse toda la prisa posible, porque la eficacia es máxima (95%) si se empieza el primer día tras el coito, y menor cuanto más tarde (85% en el segundo día y 58% en el tercero).
Se tome cuando se tome la primera pastilla, siempre es esencial tomar la segunda 12 horas después de la primera. Luego, hasta que llegue la primera menstruación, es preciso evitar el coito o practicarlo usando muy cuidadosamente un condón u otro método de barrera, ya que las dos pastillas no ofrecen ninguna protección durante ese periodo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.