_
_
_
_
_

Bush reactiva la 'guerra de las galaxias' de Ronald Reagan

El presidente estadounidense, dispuesto a anular el tratado ABM

'Nadie debería llamarse a sorpresa, el presidente está haciendo lo que prometió en su campaña electoral', dijo ayer su portavoz, Ari Fleischer, al confirmar que ése será el mensaje de Bush en su discurso en la National Defense University. El Gobierno de Bush, según informó The New York Times, ha informado en las últimas semanas a sus aliados europeos que no piensa renunciar a la idea de levantar el NMD -que incluye radares e interceptadores en tierra, mar y aire, y también el uso de rayos láser desde el espacio-, aunque ello suponga anular o alterar el tratado AMB, suscrito en 1972 con la entonces Unión Soviética. Ese tratado, clave en el control de armamentos en las últimas tres décadas, prohíbe expresamente que Washington o Moscú se doten de sistemas para protegerse de los misiles balísticos intercontinentales.

Más información
Pekín discutirá con Washington sobre el escudo antimisiles
EE UU contará con Europa en el futuro escudo antimisiles
EE UU y Rusia abren el diálogo sobre el escudo antimisiles
Bush retoma el proyecto del escudo nuclear y anuncia el fin de los tratados de la guerra fría
El escudo de la discordia

Tras el discurso que pronunciará hoy, Bush despachará enviados especiales a capitales europeas y asiáticas para explicar su posición. El Pentágono, firme partidario de la idea del NMD que comenzó a evocar Ronald Reagan en los años ochenta con su célebre guerra de las galaxias, está trabajando ahora en un proyecto de sistema multilateral, que incluye radares e interceptadores basados en tierra, mar y aire. Un equipo creado por Donald Rumsfeld, el secretario de Defensa, ha recomendado también incrementar la investigación en un láser interceptador establecido en el espacio.

Esa perspectiva va mucho más allá del NMD basado en Alaska, que fue ensayado en los últimos tiempos de la presidencia de Bill Clinton. Para hacer más digerible su idea a Moscú, Pekín y los aliados europeos, Bush apoya la reducción simultánea del arsenal nuclear estadounidense, que en la actualidad cuenta con más de 7.000 cabezas. A Moscú no le interesa la oferta y sigue insistiendo en la vigencia del tratado ABM.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_