Por tierra, mar y aire
Andalucía comienza a sufrir las primeras consecuencias de la particular política exterior del Gobierno central. Ante las amenazas de endurecimiento de las relaciones con Marruecos, este país ha recurrido de inmediato a su política tradicional de las patrulleras, comenzando a incomodar a las modestas embarcaciones de Tarifa que faenan en aguas del Estrecho.
La interrupción de programas de colaboración económica entre ambos países ya es un hecho y, aunque ha tratado de desmentirlo, lo cierto es que la Administración española se ha encargado, incluso, de arrojar dudas e incertidumbres sobre el desarrollo de la Operación Paso del Estrecho que protagonizan cada verano millones de magrebíes en su traslado por tierra española.
Las cosas no pueden pintar peor y, hasta ahora, el Gobierno de José María Aznar sólo acierta a cuantificar con detalle el plan de actuación para diversificar la economía de Barbate, localidad gobernada por el Partido Popular, como si el resto del sector pesquero andaluz no existiera. De modo que a lo largo de esta semana los andaluces asistiremos a la nueva partida que jugarán Madrid y Rabat y de la que no se esperan, desde luego, buenas noticias para los intereses de nuestra comunidad, que se ve pillada en medio del conflicto.
Tanta dureza diplomática contrasta con la sensibilidad extrema que se ha demostrado con respecto al Reino Unido. El Tireless se prepara para el arranque de su reactor nuclear a partir del próximo fin de semana. Es más, piensan realizar varias pruebas de inmersión del sumergible en aguas de la bahía de Algeciras. Nada de protestas diplomáticas. Todo es comprensión hacia los británicos, a pesar de que el mismo PP andaluz se opuso en su día frontalmente a la puesta en marcha en Gibraltar de la nave.
Política exterior de plastilina, se llama eso, hasta el punto de anular la escala del buque-escuela de la Armada española, el Juan Sebastián Elcano, que partió en enero pasado de Cádiz, y que estaba prevista para estos días en La Habana (Cuba). Todo un gesto más de rigor con los débiles, en contraste con la actitud que se mantiene con otros países.
Lo más positivo, sin embargo, se espera que lo protagonicen los sindicatos, la patronal y la Junta. A pesar del ruido generado por unos y otros, todo hace indicar que esta semana va a servir para cerrar las últimas diferencias y dejar listo para la firma un nuevo acuerdo de concertación social que supondrá oxígeno para todos los firmantes. Un movimiento que, en todo caso, de confirmarse, no va a gustar nada al PP andaluz.
Menos mal que ahora llega la Feria de Sevilla y habrá oportunidad de sobra para nuevas fotos de Teófila Martínez con Javier Arenas. A tenor del debate interno existente en el seno del PP, parece que van a ser necesarias nuevas escenas de ambos mandatarios para reforzar el liderazgo de la alcaldesa de Cádiz en su propia formación. Una dirigente que no tiene remilgos en hacerse otra foto con Pedro Pacheco, el alcalde de Jerez, que hay que recordar que hace poco más de dos años era declarado oficialmente por el PP persona non grata.
Mientras tanto, el Consejo de Gobierno andaluz aprobará ayudas este lunes por valor superior a los 1.000 millones de pesetas a Construcciones Aeronáuticas (CASA) para sus nuevas instalaciones a ubicar en El Puerto de Santa María (Cádiz).
Todo eso precisamente después de que la empresa dejara colgada a la misma Junta al rechazar ubicarse en el Parque Aeronáutico de La Rinconada (Sevilla). Cabe preguntarse si esta compañía da a Andalucía todo lo que recibe de ella, o si más bien ha cambiado su política de inversiones dirigiendo las más cualificadas tecnológicamente hacia el centro del país, y perjudicando por ello a esta comunidad, donde se inició su propia historia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Caladeros
- Opinión
- Infraestructura pesquera
- Relaciones Gobierno central
- Marruecos
- Reconversión pesquera
- Tratados internacionales
- Zonas pesca
- Submarinos
- Comunidades autónomas
- Política exterior
- Política autonómica
- Administración autonómica
- Magreb
- Pesca
- Andalucía
- Transporte militar
- Relaciones internacionales
- África
- España
- Relaciones exteriores
- Armamento
- Política
- Defensa
- Administración pública
- Agroalimentación