'Si podemos conocer la teoría de la relatividad, ¿por qué no el País Vasco?
Gálvez, el personaje que el escritor Jorge M. Reverte (Madrid, 1948) creara en 1979 y popularizara después en cuatro novelas, ha vuelto. El periodista que anhela pasar desapercibido y se convierte en héroe por las circunstancias regresa en Gálvez en las frontera Mientras, su autor anuncia que está pensando en 'traer' a Gálvez de nuevo al País Vasco, como ya hiciera hace 20 años.
Pregunta. Su personaje dice que la primera pregunta que hay que hacer es la que haría el común de los mortales. Así que, ¿quién es Gálvez?
Respuesta. Gálvez no es ni demasiado listo, ni valiente, ni emprendedor. Quiere pasar desapercibido y vivir tranquilamente oyendo música y leyendo libros. No busca ni saber la verdad ni llegar a ningún lado, pero de vez en cuando las circunstancias le obligan a enfrentarse a lo que está muy por encima de sus posibilidades y se convierte en un héroe.
P. Desde la primera novela Demasiado para Gálvez, en1979, ¿cómo ha cambiado el personaje?
R. Evidentemente se ha hecho mayor. Es un personaje más escéptico. Se toma la vida un poco menos a pecho y, sobre todo, lo que más le preocupa, su relación con las mujeres, se atempera algo; aunque, a su pesar, también se vuelve conflictiva.
P. Escribe de los colectivos emigrantes chinos y marroquíes, y de ellos, lo peor, las mafias y la delincuencia.
R. Quería complicarle la vida y sin ninguna buena conciencia. Por eso, le he llevado a lo que puede ser más difícil de abordar. Los magrebíes que vienen a Bilbao o a Barcelona a robar a japoneses. Son los marginados de Marruecos. ¿Cómo mantenemos la buena conciencia ante este fenómeno? Eso nos complica la vida.
P. Parece que conoce bien ese mundo, más allá de los sucesos cotidianos de los periódicos.
R. Todo empezó por ahí. Hice un reportaje largo con estos críos y luego me fui a Tánger a ver de dónde venían. Es un fenómeno que forma parte de los cambios y no es ajeno al proceso de globalización, que nos venden como maravilloso y que lo sería si fuera justo, pero no lo es.
P. Hay mucha ironía, humor, pero también estalla la carcajada con algo dramático.
R. El personaje se ríe de sí mismo y eso nos permite reírnos a nosotros y tomar con distancia la realidad, aunque sea triste.
P. Hace 20 años publicó Gálvez en Euskadi. Con la situación actual, ¿puede el personaje tener una nueva aventura aquí?
R. Es muy posible que pase y que vuelva. Gálvez vino en el 82 la cuarta vez que alguien le dijo: 'Es que los de Madrid no podéis entender esto'. Si a mí me lo vuelven a decir dos veces más, voy a tener que volver a traerle. Si podemos conocer la teoría de la relatividad, ¿por qué no vamos a poder conocer el País Vasco? No es un momento más difícil que hace 20 años para intentarlo.
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