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CONFLICTO DIPLOMÁTICO

EE UU apoya la venta de armas a Taiwan tras la crisis del avión espía

'Ellos se lo han buscado', afirma un senador al referirse a la actitud del Gobierno chino

Cuando el Gobierno de EE UU hacía piruetas diplomáticas para conseguir la liberación de los 24 tripulantes del avión espía EP-3E, todos en el Capitolio entendían que el conflicto inclinaría a Bush en contra de la venta de armas a Taiwan: no era cuestión de enfadar más a China después de haber aterrizado sin permiso en una de sus bases militares. Ahora que el Gobierno y el Pentágono cuentan con suficientes elementos como para recomponer la historia del incidente, la clase política de EE UU no disimula su rencor hacia China por una actitud que, en palabras del senador republicano John McCain, 'plantea serias dudas sobre el compromiso de este país con las normas internacionales de comportamiento'.

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McCain encabeza una larga lista de senadores y congresistas que han adoptado la misma actitud que mostró el presidente Bush cuando los 24 tripulantes del avión espía llegaron al suelo de EE UU. Bush cambió su mensaje y arremetió contra China en lo que se interpretaba fácilmente como un aviso sobre el futuro de sus relaciones. McCain lo expresa ahora con mayor claridad: 'Debemos evitar a toda costa dar a los líderes chinos la impresión de que pueden obtener un beneficio' a costa de un conflicto como el del avión espía. A su juicio, los dirigentes de Pekín se comportaron 'de manera injustificable en la detención de los tripulantes y deshonesta en su intento de culpar a EE UU por la colisión' del avión espía con el caza chino.

El día 24 llega a Washington una delegación de Taiwan; se marcharán de la ciudad con una respuesta de Bush sobre su oferta para comprar material militar sumamente complejo. En la lista de la compra hay cuatro destructores Arleigh Burke a 1.200 millones de dólares (230.000 millones de pesetas) cada uno, equipados no sólo con misiles, sino con radares Aegis capaces de realizar un seguimiento simultáneo de 200 objetivos. Son esos radares los que más preocupan a China, que busca la reincorporación de Taiwan desde la guerra que separó los dos territorios en 1949.

El Gobierno de Pekín no sólo trata de evitar el rearme de Taiwan; también teme que los radares puedan incorporarse con el tiempo a un futuro sistema de defensa antimisiles que está en la cabeza de Bush. Hasta ahora se daba por hecho que Bush trataría de calmar los ánimos de China limitando al mínimo la operación de venta de armas a Taiwan; ahora, Bush puede optar por la vía dura y aprobar la operación completa para demostrar que lo ocurrido en los últimos días le merece el calificativo de chantaje. Una ley de 1979 le permite la venta de armas a Taiwan 'en una cantidad suficiente como para permitir al país el mantenimiento de su capacidad de autodefensa'. El Congreso debe dar su visto bueno a lo que decida Bush, pero el presidente puede vetar la votación si es contraria a su decisión. Este fin de semana, una delegación de congresistas estadounidenses visitó Taiwan (después de anular una escala en China) para documentar su postura. El presidente taiwanés, Chen Shui-bian, les aseguró que desea comprar el armamento 'no sólo por una cuestión militar; también permite salvaguardar nuestra democracia e incluso potenciar el diálogo con China'.

El presidente chino, Jiang Zemin, pidió ayer a EE UU que no venda las armas a Taiwan y advirtió de que si la operación se lleva a cabo, su país se verá obligado a modernizar su programa militar. En Pekín, un alto cargo del Ministerio de Exteriores, Sha Zukang, recordó que la venta de armas a Taiwan 'es el asunto clave' en la relación entre ambos países. 'Si EE UU no se comporta adecuadamente, puede destruir nuestras relaciones', dijo Sha.

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Cambio de postura

Pero Dick Gephart, líder de la minoría demócrata en el Congreso de EE UU y hasta ahora moderado en su postura hacia China, ha asegurado que la manera en la que se ha comportado el Gobierno de Pekín 'refuerza mi preocupación sobre la falta de compromiso de China con las leyes internacionales'. Su compañero Tom Lantos ha expresado lo mismo, pero de una manera que permite anticipar la posición del Capitolio: 'Los congresistas que mostraban reticencias a la venta de armas a Taiwan ahora se mueven en nuestra dirección. El Congreso ha cambiado de postura'. Bush no se ha pronunciado sobre la decisión que tiene sobre su mesa, pero su Consejera de Seguridad Nacional, Condoleeza Rice, dijo la semana pasada en la CBS: 'Estoy segura de que el presidente tendrá en consideración las necesidades defensivas de Taiwan'.

Un tripulante del avión espía abraza a sus familiares en EE UU.
Un tripulante del avión espía abraza a sus familiares en EE UU.REUTERS

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