EE UU y la UE ponen fin a la 'guerra del plátano'

El acuerdo alcanzado el martes puede zanjar al fin la disputa que enfrenta a las dos grandes áreas económicas y de comercio desde 1993 por el mercado mundial del plátano. El acuerdo, cuando sea definitivamente aprobado, deberá pasar aún el visto bueno de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Washington se ha comprometido a suspender desde el 1 de julio las sanciones comerciales de 191 millones de dólares anuales (unos 36.000 millones de pesetas) que impone a la UE desde 1999 tras ganar los litigios contra la normativa europea.

[La distensión entre la UE y EE UU ha sido bien acogida por algunas de las partes más afectadas por la guerra comercial. Así por ejemplo, la empresa estadounidense Chiquita Brands -la antigua United Fruits, que contribuyó a dotar de contenido el término de república bananera en buena parte de América Central- se felicitó ayer por el acuerdo tras haberse quejado durante meses de graves pérdidas y amenazado incluso con la quiebra por la pérdida de mercado. De igual forma, en España, el Gobierno canario, a través del consejero Pedro Rodríguez, aseguró que el acuerdo se traducirá en una mayor estabilidad de precios para los productores de Canarias.]

En síntesis, el acuerdo alcanzado ayer por el comisario de Comercio Exterior, Pascal Lamy, el de Agricultura, Franz Fischler, y los ministros estadounidenses del ramo, Robert Zoellick y Don Evans, fija las condiciones en que operará el mercado del plátano hasta 2006, fecha en la que todos los productores accederán libremente al mercado europeo previo pago de unos derechos de aduana que aún se han de fijar.

Hasta entonces, se aplicará un reparto de cuotas de mercado de manera que el 83% se distribuya de acuerdo con las cifras de importación del periodo 1994-96 y el resto se concederá a nuevos operadores. Según el acuerdo, los países de África, Caribe y Pacífico (ACP) ligados a la UE por la Convención de Lomé dispondrán de 750.000 toneladas, una cifra cercana a la media exportada a la UE en los últimos años.

Derechos de aduana

Los demás países exportadores se repartirán una cuota de 2,6 millones de toneladas con la obligación de pagar un derecho de aduana de 75 euros por tonelada para proteger a los productores europeos de Canarias, Guadalupe y Madeira.

La rapidez con que se ha podido alcanzar un acuerdo con la nueva administración de George Bush ha sorprendido a las autoridades europeas, que durante años fueron incapaces de pactar con la de Bill Clinton. La amenaza europea de acabar aplicando un sistema de 'primer llegado, primer servido', perjudicial para Estados Unidos, puede haber contribuido al cambio de posición en Washington, a juicio del comisario Pascal Lamy.

Pero el acuerdo aún plantea incógnitas. En Europa debe pasar el tamiz del Consejo de ministros y del Parlamento Europeo. Aunque según el comisario Fischler, la primera acogida de los embajadores de los Quince fue ayer positiva, la guerra del plátano ha provocado tradicionalmente agrias disputas internas en una Unión dividida en bandos diversos: desde los tres países productores (España, Francia, Portugal) hasta los intereses político- económicos contrapuestos de Alemania o del Reino Unido.

La paz debe también recibir el visto bueno de la OMC, el guardián del libre comercio que puso fuera de la ley el sistema europeo. Y para ello deberá obtener el apoyo de Ecuador, uno de los principales productores y, aparentemente, el perdedor del acuerdo UE-EE UU.

El comisario Pascal Lamy afirmó ayer que 'Ecuador tiene una industria platanera muy competitiva y el sistema de primer llegado primer servido le podía beneficiar más que éste. Pero nosotros tenemos que defender primero los intereses de nuestros productores, luego los de nuestros socios ACP y luego los del resto del mundo'.

La guerra del plátano empezó en 1993. El mercado interior comunitario obligó a unificar el sistema de importación europeo. El nuevo sistema privilegió a los productores europeos y a los países ACP en perjuicio de los productores vinculados a EE UU.