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Reportaje:POLÍTICA SANITARIA | LA JUNTA DE ANDALUCÍA MONTA UNA RED DE EQUIPOS QUIRÚRGICOS MÓVILES

Equipos volantes de cirugía para acabar con las listas de espera en los hospitales

Además del de oftalmólogos, en Andalucía hay tres equipos más funcionando: dos de traumatología, con 46 intervenciones realizadas, y uno de cirugía general, con 8 procesos quirúrgicos; en total, son ya 40 los profesionales implicados en el proyecto. Y el Servicio Andaluz de Salud (SAS) prevé para las próximas fechas nuevos equipos funcionando. 'Si los médicos no quieren operar por la tarde, y si los pacientes se niegan a desplazarse a otros hospitales, tendrán que ser los cirujanos los que vayan a donde están los enfermos', argumentan en el SAS.

Cuando la Junta le propuso al oftalmólogo Marcelino García, jefe de sección de esta especialidad en el hospital de la Auxarquía de Velez-Málaga, operar cataratas en otros hospitales andaluces, dado que en el suyo apenas había lista de espera en oftalmología, se sorprendió. Pero se lo pensó. Y luego se lo comentó a otros profesionales de su entorno. A nadie le pareció mal del todo la idea. Se trataba, para empezar, de acercarse al hospital Reina Sofía de Córdoba (a 187 kilómetros de distancia), en el que había, según el registro del hospital, 1.400 personas esperando para ser intervenidas de alguna patología ocular.

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Una vez creado el equipo de siete personas (dos oftalmólogos, un anestesista, dos enfermeras, un auxiliar administrativo y un celador), García viajó a Córdoba a preparar el terreno. La dirección del Reina Sofía, lógicamente de acuerdo, consiguió que una enfermera, una auxiliar y una limpiadora colaborasen y sirvieran de enlace.

Reticencias

Tampoco el jefe del servicio de oftalmología del hospital, José María Gallardo, estuvo excesivamente reticente a la iniciativa, al menos al principio. Posteriormente, sin embargo, en una carta remitida al periódico local Diario de Córdoba, firmada por él, junto a otros compañeros del servicio, escribe: 'Pensamos unánimemente que estas actuaciones no reúnen las garantías necesarias para los pacientes. Queremos dejar claro ante la opinión pública que esta forma de actuar es ajena y contraria a la opinión de todos los oftalmólogos del servicio'. Tras esta manifestación pública, Gallardo no ha querido hacer más declaraciones.

En cambio, la opinión de los pacientes operados es muy favorable. Durante los tres fines de semana que García y su equipo han operado en Córdoba, han sido 106 los pacientes intervenidos de cataratas, sin que hasta el momento se hayan presentado complicaciones. Ellos asumen también el posoperatorio de estos pacientes, y si surgiese alguna anomalía en el proceso de recuperación, se desplazarían de nuevo a Córdoba.

García cuenta que el primer viernes, después de empezar a operar a las seis de la tarde, 'y una vez solventadas las lógicas dificultades que se presentan en todo comienzo' (un armario del que no aparecía la llave, el aire acondicionado que se había bloqueado, etcétera), el equipo, como se estaban retrasando más de lo esperado, propuso a los pacientes, sobre las diez de la noche, que se fueran a casa y volvieran el sábado a las ocho. 'Pero todos se negaron a irse y dijeron que esperarían. A las dos de la madrugada terminamos la última operación', recuerda.

Pese a las reticencias de algún jefe de servicio de la red hospitalaria pública andaluza, que tiene 33 hospitales, el SAS está decidido a seguir adelante con este proyecto. 'Si Mahoma no va a la montaña, tendrá que ser la montaña la que vaya a Mahoma', dicen sus dirigentes. A los equipos ya formados se unirán pronto otros de ginecología, urología, otorrinolaringología, etcétera.

Talón de Aquiles

Para el SAS, como para todo el Sistema Nacional de Salud, las listas de espera quirúrgica se han convertido en el talón de Aquiles de la sanidad pública. Casi puede afirmarse que todos los intentos hechos hasta ahora para acabar con ellas han fracasado, o al menos no han dado los resultados esperados.

'Por eso, estamos dispuestos a hacer lo que sea para que salga bien este proyecto', explica Joaquín Carmona, director general Asistencia Sanitaria del SAS. 'Sabemos todas las dificultades que encierra; no ignoramos la reticencia de muchos profesionales; entendemos que a nadie le agrade que vengan de fuera a resolverle los problemas. Pero estamos convencidos de que los profesionales de la sanidad pública van a entender que el objetivo final es prestarle el mejor servicio a los ciudadanos, a quienes nos debemos. Aquí no se trata de señalar ni de culpar a nadie, sino de emplear mejor los recursos disponibles', concluye.

En el Insalud, la idea de los equipos volantes de cirugía no se la han planteado. Según fuentes de este organismo, sí se han promovido equipos volantes para actuaciones puntuales, como por ejemplo, un trasplante. Pero para la reducción de las listas de espera, las medidas emprendidas se centran en la apertura de los quirófanos por la tarde y en establecer conciertos con las instituciones privadas.

En Cataluña tampoco se ha adoptado una medida de este tipo, pero la iniciativa andaluza ha sido calificada de 'imaginativa y original' por Oriol Morera, director del Área de Servicios y Calidad: 'Si se reducen las listas, si los pacientes están contentos y no se rebaja la calidad asistencial, puede ser una buena experiencia. Morera, sin embargo, ha puntualizado que en Cataluña se ha establecido 'un régimen de conciertos con los hospitales en los que no cabe una solución de este tipo'.

Iniciativas fracasadas

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