Ramón de España narra las desventuras de un grupo de brutos
Una historia real que hace unas semanas fue vista en los juzgados de Lleida; la película Fargo, de los hermanos Coen; y un programa mítico en la historia de la televisión nacional, Lo que necesitas es amor, están en el origen de la nueva novela de Ramón de España (Barcelona, 1956), según él mismo explica. La casa del dolor (Planeta) es una tragicomedia protagonizada por 'una cuadrilla de brutos' situados en el centro de una espiral de pasiones.
La casa del dolor del título es el nombre del gabinete sadomasoquista ubicado en Barcelona y regentado por la hermana de una de las protagonistas. Es también el factor que desencadena buena parte de las pasiones que recorren el libro. Sobre todo la de Néstor, un viudo pastelero de un pueblo de la comarca del Maresme que se enamora perdidamente de una muchacha de 20 años a quien le gusta demasiado ponerse en el papel de ama vestida de cuero. Tanto arrebato le pone a la persecución que consigue que la chica se case con él. 'Me interesaba este concepto de pasión que puede ser muy lírico y muy grotesco al mismo tiempo', señala De España. Un sentimiento que 'no es privilegio de los lectores de Rilke, de gente sofisticada y sensible', continúa. Por este motivo escogió que sus personajes fueran 'una pandilla de brutos'.
Unos cuantos ejemplos: dos ex legionarios que trabajan en una empresa de cobro a morosos, las hermanas del gabinete sadomasoquista, violadas reiteradamente por su padre cuando eran pequeñas, un detective chantajista... Y el pastelero, el más normal de todos a pesar de que es capaz de llevar a cabo una agresiva campaña de boicoteo contra el gabinete para arruinar el negocio y llevarse a la chica al altar.
A partir de ahí, dice el escritor y periodista, se trató de dejar libres a los personajes 'para ver cómo sufrían, los pobres'. 'Pero sin reírme de ellos', añade De España. 'Los personajes son gente que busca la felicidad donde puede, generalmente en un sitio equivocado'. De hecho, continúa, todas sus novelas, entre las que se cuentan La llamada de la selva, Redención, Sol, amor y mar y Nadie es inocente, 'están pobladas por gente insatisfecha a punto de zumbarse'.
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