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ECOLOGÍA

La UE negocia hoy en Washington el regreso de EE UU al Protocolo de Kioto

Diez personalidades mundiales advierten al presidente estadounidense de que peligra la política contra el cambio climático

Los ministros europeos de Medio Ambiente no se manifiestan unánimes a la hora de evaluar la anunciada decisión de Estados Unidos de no suscribir el Protocolo de Kioto y, de hecho, decretar su defunción. Mientras el representante de los Países Bajos, Jan Pronk, mantuvo que la Administración de Bush 'necesita más tiempo para interiorizar los alcances de Kioto', otros fueron más duros y manifestaron que los compromisos preelectorales de Bush con las companías petroleras que presuntamente financiaron su campaña son la causa de la posición adoptada, según ha manifestado la comisaria Margot Wallström en la televisión sueca ante la pregunta de un periodista en ese sentido. Sin embargo, el mismo Jan Pronk alertó de que, si la Administración de Bush se mantiene en lo anunciado la semana pasada, 'se abrirá una crisis en todo el sistema internacional de negociaciones'.

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Según el semanario Time, 10 personalidades mundiales, entre ellas el ex presidente norteamericano Jimmy Carter y el de la Unión Soviética Mijaíl Gorbachov, han dirigido una carta a Bush pidiéndole que dé marcha atrás. La carta va firmada también por el físico Stephen Hawking, el astronauta John Gleen, el periodista Walter Cronkite, el actor Harrison Ford, la científica Jane Goodall y el presidente de la empresa Celera Genomics, Garig Venter.

El ministro holandés, que presidió la reunión de Kiruna (también preside la Conferencia de la ONU sobre el Clima), dijo: 'Las próximas generaciones serán víctimas, en mucho mayor grado que las actuales, de nuestra imprevisión o desidia en el tratamiento de este problema'. Añadió que la grave crisis energética de California ha sembrado el pánico en Estados Unidos y que la nueva Administración no se atreve a encarar el problema.

Con independencia de la posición de EE UU, se mantiene la esperanza de persuadir al país que lanza a la atmósfera la cuarta parte de las emisiones mundiales de óxido de carbono. Los Quince están decidido a continuar sus esfuerzos, con o sin Estados Unidos, en el sentido que indican los acuerdos de Kioto. Todos estuvieron de acuerdo en esto, pero comprendiendo al mismo tiempo que a largo plazo, y habida cuenta de la importancia que tiene para el mundo la política norteamericana, la ausencia de este país en la lucha por la disminución de las emisiones sería un obstáculo de enorme magnitud. Aunque en la reunión de Kiruna se han emitido juicios bastante duros para la nueva toma de posición anunciada por Bush. El tono predominante fue el de agotar las vías de la persuasión antes que hablar de sanciones.

Hoy mismo está prevista la llegada a Washington de una delegación de la UE, encabezada por la comisaria europea de Medio Ambiente, la sueca Margot Wallström; el responsable de la Unión Europea para los acuerdos sobre medio ambiente, Kjell Larson, y el mismo Jan Pronk, para intentar convencer a la Administración de Bush sobre la necesidad de continuar con las negociaciones.

Abierto al debate

El anuncio estadounidense de que debatirá con los representantes de la UE 'al más alto nivel' y que continúa apoyando los objetivos de Kioto ha fortalecido la ofensiva diplomática que se ha puesto en marcha. Pronk aseguró que la ratificación y aplicación del Protocolo de Kioto es el problema global más importante al que se enfrenta el mundo y 'ningún país puede declarar unilateralmente como muerto el resultado de una negociación multilateral'.

En la estrategia de los ministros de la UE se incluye, como un factor coadyuvante al logro de una rectificación por parte de Estados Unidos, la repercusión negativa que ha tenido a nivel mundial el anuncio formulado por la Administración de Bush el jueves pasado. En Kiruna se han recordado las recomendaciones de los expertos de que para el año 2050 deberá haberse reducido entre un 50% al 60% las emisiones de derivados del carbono a la atmósfera. De lo contrario, el calentamiento de la Tierra tendrá consecuencias mucho más devastadoras que las que se están produciendo en los últimos años.

Los ministros de Medio Ambiente holandés, Jan Pronk, y sueco, Kjell Larsson (derecha), ayer en Suecia.
Los ministros de Medio Ambiente holandés, Jan Pronk, y sueco, Kjell Larsson (derecha), ayer en Suecia.AP

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