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MEDIO AMBIENTE

La Unión Europea exige explicaciones a Bush por abandonar el Protocolo de Kioto

Washington alega que las medidas contra el cambio climático amenazan su economía

'La situación es difícil', dijo ayer la comisaria europea del Medio Ambiente, Margot Wallström, 'pero necesitamos saber qué es exactamente lo que significa, si es que Estados Unidos ni siquiera acudirá a la reunión de Bonn y cuáles son sus problemas'. La cita de Bonn, en julio próximo, es la continuación de la cumbre del clima de Naciones Unidas celebrada en La Haya en noviembre pasado que fracasó al no llegar a un acuerdo EE UU y la UE. Wallström acudirá a Washington la semana próxima formando parte de la troika comunitaria con los representantes de Suecia y de Bélgica.

La comisaria europea afirmó ayer en Bruselas que el cambio climático 'no es una cuestión ambiental que pueda considerarse menor y que, por tanto pueda ser ignorada o minimizada; es un asunto relacionado con el comercio internacional y la economía global.

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Las duras críticas contra la postura estadounidense no se han hecho esperar. 'Es un escándalo', dijo ayer la ministra francesa de Medio Ambiente, 'una decisión que suscita la reprobación unánime'. El secretario de Medio Ambiente británico, Michael Meacher, calificó la cuestión de 'excepcionalmente grave'. 'Europa tiene derecho a una explicación', dijo el ministro italiano de Medio Ambiente, Willer Bordon.

En España, el ministro de Medio Ambiente Jaume Matas, calificó de 'mala noticia' la declaración de Bush y, tras una comparencia en el Senado precisamente sobre cambio climático declaró: 'Me parece inconcebible que no se respeten los acuerdos a los que se ha llegado en los foros internacionales por encima de cuál sea en cada momento la representación de un país'.

Bush recibió ayer en la Casa Blanca al canciller alemán Gerhard Schröder, quien, en una entrevista concedida a Los Angeles Times, pidió a Bush que 'acepte su responsabilidad' en cuanto al cambio climático y recordó: 'Estados Unidos tiene la mayor economía del mundo, pero también es el consumidor más voraz de energía'.

Incluso los aliados de Estados Unidos en las negociaciones del clima, el llamado grupo paraguas, expresaron sus críticas y se distanciaron ayer de la postura de Bush. 'Continuaremos pidiendo a Estados Unidos que haga lo posible para que el Protocolo pueda ser aplicado', afirmó un portavoz del Gobierno japonés. En Australia, el ministro de Medio Ambiente, Robert Hill, afirmó que mantiene la esperanza de que el protocolo 'resucite' pese a la decisión de Bush.

El Protocolo de Kioto aprobado en 1997 establece que los países desarrollados habrán reducido, para 2008-2012, sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 5,2% de media respecto a las emisiones de 1990. El acuerdo aún no ha entrado en vigor porque no lo han ratificado suficientes países, pendientes de que queden fijados las condiciones para su cumplimiento. Dichas condiciones son las que se discutieron en la Haya sin llegar a un acuerdo y la nueva posicion de Estados Unidos se alza como un nubarrón muy negro sobre su continuación en Bonn.

'Europa, y España, somos conscientes de que no podemos permitirnos un segundo fracaso', afirmó ayer Matas refiriéndose a la Cumbre de Bonn. En esta cita, así como en la siguiente conferencia de las partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (en la que se inscribe el protocolo), que se celebrará en Marraquech a finales de año, España formará parte de la troika comunitaria que liderará las negociaciones de la UE. Y mucho tendrán que reconducirse las cosas para cumplir la declaración de intenciónes de la comunidad internacional de tener el protocolo aprobado en el plazo bautizado Río+10, una década después de la cumbre de la tierra de Río de Janeiro, de 1992, en que se firmó la convención del Clima.

El presidente George W. Bush (a la derecha) y el canciller alemán Gerhard Schröder, ayer, en Washington.
El presidente George W. Bush (a la derecha) y el canciller alemán Gerhard Schröder, ayer, en Washington.REUTERS

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