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El convenio del metal rompe la unidad entre los sindicatos nacionalistas

UGT y LAB acusan a ELA de 'irresponsable' por desconvocar la huelga

El convenio del metal en Vizcaya ha devuelto la tensión a las relaciones sindicales. El alejamiento de las posturas de la patronal y los sindicatos supuso la convocatoria de una huelga para hoy y mañana en el sector que concentra a más trabajadores en Euskadi.

El primero en darse de baja de la convocatoria fue CC OO el pasado viernes, por considerar que la oferta de la Federación Vizcaína de Empresas del Metal era digna de ser negociada. La importancia de este paso era relativa, porque esta central tiene tan solo el 19% de la representatividad del sector. La desconvocatoria más fuerte llegó el lunes a última hora.

Contra lo que había manifestado en la mesa negociadora por la mañana, ELA, que cuenta con el 43% de la representación, se apuntó a la desconvocatoria y anunció que abandonaba la posibilidad de firmar un acuerdo sectorial y que llevaría la negociación a las empresas. La situación de Guipúzcoa es similar, con la única diferencia de que la huelga sólo estaba convocada por las centrales nacionalistas. En este territorio ELA, sin excusa, ha deconvocado la movilización.

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Convenios de eficacia limitada

UGT (19%) y LAB (14%), los dos únicos sindicatos que mantenían firme la convocatoria de huelga en Vizcaya, la retiraron ayer no sin acusar a ELA de hacer 'electoralismo' y de 'irresponsabilidad' al hacer dejación de sus funciones como sindicato mayoritario en el sector.

El secretario general de ELA, José Elorrierta, anunció ayer en San Sebastián en una rueda de prensa que la negociación del metal se va a llevar a cada empresas. En Vizcaya hay 40.000 trabajadores en el sector y, según UGT y LAB, ceñir la negociación a las empresas deja en la estacada a muchos trabajadores de pequeñas sociedades que no tienen capacidad para negociar un convenio por su dimensión.

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Curiosamente el planteamiento de estas dos centrales coincide con el de la patronal guipuzcoana, Adegi, desde donde el secretario general adjunto, Arturo García, manifestó: 'ELA pretende abandonar la negociación del convenio y llevarla a las empresas, lo que dejará sin regular las condiciones de trabajo de la inmensa mayoría de los trabajadores del metal, que están en empresas pequeñas en las que esa acción sindical es muy reducida'.

El conflicto en el metal deja en evidencia el juego de ELA: la dificultad de conservar la unidad de acción con LAB y de mantener una negociación colectiva por sectores. La central mayoritaria vasca se escuda en la ausencia de movilizaciones unitarias y deja a la luz las claras divergencias que en los últimos tiempos ha tenido con LAB. Su cisma, además de sindical, es político.

Desbordados por la acción soberanista y política de su adversario, renuncian temporalmente a uno de sus pilares, la construcción nacional, para refugiarse en el sindicalismo. LAB es un sindicato sin autonomía política que se ha sumado a la huelga general convocada por EH para el próximo 10 de abril. Así, Elorrieta lanzó un guante a las centrales no nacionalistas para trabajar con ellas contra la reforma laboral del Gobierno central.

Por otro lado, renuncia a los convenios sectoriales para no erosionar la caja de resistencia, según fuentes sindicales. El metal, de acuerdo con el resto de las centrales, les ha dejado en evidencia.

José Elorrieta y Rafa Díez en una manifestación conjunta de ELA y LAB.
José Elorrieta y Rafa Díez en una manifestación conjunta de ELA y LAB.LUIS ALBERTO GARCÍA

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