Convenios de eficacia limitada

ELA ostenta la mayoría en el metal en los tres territorios vascos y en los tres avanza en la misma dirección, la firma de un convenio de eficacia limitada; en otras palabras, un acuerdo firmado por la patronal y por un grupo de sindicatos que no cuentan con la mayoría de la representatividad. El convenio firmado este año en Álava para 2000, 2001 y 2002 es de estas características y fue suscrito por UGT y CC OO. Desde su firma, ELA ha hecho todos los esfuerzos posibles para criticarlo y para hacer ver que las centrales no nacionalistas trabajan a la sombra del empresariado.

Las duras advertencias lanzadas a la patronal por el sindicato de José Elorrieta y por LAB al inicio de la negociación colectiva no han llegado a mayores a la hora de la verdad. En medios sindicales se considera que con la radicalidad verbal esgrimida en estos meses atrás ELA trataba de desprenderse de la imagen 'política' que había jugado en la etapa anterior como uno de las fuerzas impulsoras del Acuerdo de Lizarra.

Lo cierto es que, más allá de las palabras, al sindicato mayoritario no le gusta firmar convenios generales de carácter sectorial. El anterior acuerdo del metal en Vizcaya, de 1997, también era de eficacia limitada: unos lo firmaron y otros lo criticaron y se beneficiaron de sus acuerdos.

Por un lado, si hay conflicto es más caro mantener una huelga en todo un sector que mantenerla en una sola empresa. Por otro lado, es más 'electoral', como ayer dejó claro LAB, decir que los que han firmado un convenio sectorial se han bajado los pantalones y han renunciado al mínimo necesario. Esta actitud, unida a un par de huelgas con mucho ruido en dos o tres empresas del metal, no erosiona lo más mínimo la imagen de sindicato más batallador.

Sin embargo, la ruptura de ELA con LAB, que se suma a la queja tradicional de CC OO y UGT, está dejando en evidencia su acción sindical. Pero puede que en esta ocasión las cosas no le salgan bien a Elorrieta. Todo depende del margen sindical que en el metal cuenta LAB. Si es suficiente, no es descartable que CC OO, UGT y la central abertzale firmen un acuerdo, con la mayoría que les da la suma, de eficacia general y que quien se quede fuera esta vez sea ELA.