El Gobierno navarro reclama el urgente enterramiento de las harinas animales

El consejero de Medio Ambiente navarro, Javier Marcotegui, reclamó ayer a la Mancomunidad de Pamplona que, en vista de los graves problemas que está encontrando, 'reconsidere' su deseo de congelar las harinas animales desnaturalizadas y acepte enterrarlas en el vertedero controlado de Góngora, junto a Pamplona. La gestión de los residuos procedentes de los materiales específicos de riesgo (MER) del ganado bovino está complicando sobremanera la gestión en la comunidad foral de la crisis de las vacas locas.

La disputa sobre el método de tratamiento de las harinas no sólo enfrentó en un primer momento al Gobierno de UPN con el órgano municipal mancomunado, presidido por el PSN-PSOE y opuesto al enterramiento, sino que ha abierto una agria polémica pública entre los ejecutivos de Navarra y Euskadi. La consejería de Sanidad examinará minuciosamente la petición realizada por la empresa alavesa Friasa, que había alcanzado un preacuerdo con la Mancomunidad para almacenar los MER que se generan en la comunidad foral.

El gerente de Friasa, una filial de la empresa navarra Frinavarra, señaló ayer que las instalaciones alavesas ya han finalizado los trabajos de adaptación de sus naves frigoríficas para acoger las harinas. Además de aislar el área donde se alojarían los restos de origen cárnico, Friasa ha adquirido vehículos internos de transporte exclusivos para manipular esas cargas y ropa de trabajo diferenciada, siguiendo las instrucciones sanitarias de la Diputación de Álava.

No obstante, y dado que la autorización oficial de las autoridades vascas se puede demorar todavía hasta tres meses, la Mancomunidad está buscando urgentemente una alternativa industrial en Navarra que acepte el almacenamiento. Los responsables de la entidad supramunicipal mantienen un absoluto mutismo desde hace días sobre la marcha de las negociaciones.

Ante los problemas para encontrar una empresa dispuesta a almacenar las harinas congeladas y teniendo en cuenta que la empresa La Protectora está de nuevo al borde del colapso con más de 40 toneladas de residuos MER almacenados en sus instalaciones, Marcotegui señaló ayer que 'sería deseable' su inmediato enterramiento 'como residuos inertes que son'.

'La Mancomunidad de Pamplona haría bien en reconsiderar la situación y tratar de llevarlos al vertedero', agregó el consejero, 'porque nosotros mantuvimos que no hay otras instalaciones más que de las del vertido. Las harinas son residuos inertes, está demostrado, y además la normativa de la UE propone su enterramiento en tanto en cuanto no se tengan instalaciones para la incineración'. Marcotegui recordó que Navarra carece de instalaciones de este tipo.

Mientras, los primeros análisis efectuados a los piensos de una granja ubicada en la localidad navarra de Labiano han dado resultado positivo sobre la presencia de harinas prohibidas en su composición, por lo que el Ejecutivo foral ha procedido a la inmovilización cautelar de las reses, informa Efe.