La Eurocámara aprueba la polémica directiva sobre derechos de autor
El Parlamento Europeo aprobó ayer la polémica directiva comunitaria sobre los derechos de autor en la sociedad de la información, un texto que ha levantado una fuerte polémica entre los artistas, la industria de producción y distribución y los usuarios. En una referencia aplicable a quienes utilizan Internet para bajar gratuitamente copias de obras musicales, la norma aprobada ayer especifica que podrán ser permitidas esas copias 'para uso privado'. La norma aprobada ayer deja sentado de entrada el principio de derecho exclusivo de reproducción, comunicación y distribución de sus obras para los artistas, intérpretes, productores y empresas de radiodifusión.
Pero la directiva fija después una veintena de excepciones que podrán ser reglamentadas por los Gobiernos de los Quince, de forma que alguno podrá oponerse a algunas o a todas. Una de las más importantes se refiere a la posibilidad de obtener copias para uso particular a partir de un original adquirido por otro particular. Tras una enmienda aprobada ayer en el pleno de la Eurocámara, la norma comunitaria especifica que esa excepción se refiere a 'reproducciones en cualquier soporte efectuadas por una persona física para uso privado y sin fines directa o indirectamente comerciales, siempre que los titulares de los derechos reciban una compensación equitativa'.
La fuente
Otras excepciones a ese principio universal de respeto a los derechos exclusivos se refieren a la utilización de obras de autor para fines educativos o investigadores, ceremonias religiosas públicas, seguridad ciudadana, reproducción en prensa de artículos de interés, reproducción de imágenes de edificios, emisiones para entidades sociales sin ánimo de lucro. En todos estos casos será obligatorio citar la fuente con el nombre del autor.
La directiva también reconoce la legalidad de la copia 'transitoria o accesoria' efectuada sin fines comerciales, con lo que deja la puerta abierta para la utilización por particulares de sitios en Internet que, como Napster, permiten el acceso y reproducción de obras musicales.
Pero la norma europea tenía como vocación poner en vigor una legislación común para los Quince en el terreno de la propiedad intelectual. Sin embargo, serán a partir de ahora los Gobiernos los que, al trasladar la norma europea a sus respectivas legislaciones, podrán optar ante tanta excepción entre dictar leyes muy estrictas o blandas en la materia. Además, el proceso legal se puede prolongar al menos dos años más.
No obstante, pocas normas europeas han originado más presiones. Una quincena de parlamentarios renunciaron a su voto porque dijeron tener intereses personales en el caso. Ayer, las grandes compañías distribuidoras anunciaron su moderada satisfacción con el texto aprobado. Los autores y artistas, por el contrario, ya expresaron de antemano su disgusto ante una norma que, a su entender, les protege aún muy poco.
Babelia
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