Barcelona necesita crear cerca de 3.000 plazas hoteleras para jóvenes turistas extranjeros

'Vista la demanda potencial, queremos plantear la necesidad de aprovechar el flujo económico que se está generando, y ello pasa por impulsar más servicios hoteleros para jóvenes en Barcelona y su entorno metropolitano', señala el gerente del consejo, Emili Mas.

Del total de turistas extranjeros que visitan al año Barcelona (3,4 millones), un 34,36% (1,2 millones) son jóvenes. La cifra es superior a la de los visitantes españoles que desembarcan en la ciudad, que no alcanzan los 850.000.

El tipo de hospedaje que escogen unos y otros varía de manera sustancial. Un 69% de los turistas jóvenes extranjeros se instalan en hoteles, mientras que en el caso de los españoles ese porcentaje es del 39. El segundo tipo de alojamiento de los foráneos son las casas de amigos y familiares (12,4%), seguido por cámpings (9,6%) y apartamentos de alquiler (8%). Los españoles, en cambio, recurren sobre todo a parientes y conocidos (40%), y mucho menos a alquilar un apartamento o a dormir en un cámping.

Las pernoctaciones de extranjeros se disparan en julio, agosto y septiembre. Más de la mitad (un 58%) de ellas se concentran en el tercer trimestre del año.

Demanda potencial

En este periodo, la oferta total de alojamientos para jóvenes con que cuenta Barcelona suma 10.017 plazas, si se contabilizan albergues, residencias, hoteles de una y de dos estrellas, y pensiones de primera y segunda categoría.

Sin embargo, el estudio que hará público dentro de unas semanas el Consejo Comarcal del Barcelonès no considera las pensiones de primera categoría 'oferta competitiva' con los albergues, de manera que la oferta real se reduce a 7.655 plazas en los meses en los que se dispara la demanda y a 7.067 plazas durante el resto del año. La demanda, sin embargo, es superior: de 9.734 plazas.

7.000 estudiantes de fuera

El escenario se reproduce en la franja de jóvenes extranjeros que se instalan en la ciudad por una temporada para estudiar.

'Por el momento, no tenemos problemas para cubrir la demanda, pero los ayuntamientos y las entidades implicadas debemos acelerar la promoción de residencias para estudiantes, en vista del ritmo de incremento', concluye Miquel Solé, de Barcelona Centro Universitario (BCU).

Sirva como ejemplo lo ocurrido con el número de estudiantes extranjeros que pasan por Barcelona en uno de los intercambios del Programa Erasmus. Hoy se contabilizan 3.000 en la ciudad, y a lo largo de los últimos años el ritmo de aumento ha sido, de media, del 7%, según los datos de la entidad encargada de coordinar las actuaciones de la Generalitat, el Ayuntamiento y las universidades de Barcelona y su entorno dirigidas a promover la ciudad como un polo universitario internacional.

Actualmente, los jóvenes extranjeros que cursan estudios en Barcelona suman 7.000, incluyendo los 3.000 estudiantes del Programa Erasmus. Entre ellos predominan los italianos, seguidos de los franceses, alemanes e ingleses. La mitad se queda seis meses, una cuarta parte limita su estancia a tres meses y el 25% restante alarga sus estudios un curso entero. Los estudiantes gastan un promedio de 100.000 pesetas al mes.