El ex dictador, ingresado de urgencia en un hospital
Mientras el país se estremecía por las revelaciones que hizo el ex general Joaquín Lagos Osorio sobre la horrenda forma en que fueron asesinados opositores políticos en el norte del país, el ex dictador chileno Augusto Pinochet ingresó de urgencia en el hospital Militar, producto de una subida de presión relacionada con una falta de irrigación sanguínea al cerebro.
Pinochet llegó hasta el centro asistencial cerca de las diez de la mañana (hora local), acompañado por su esposa, Lucía Hiriart, y de inmediato fue internado en la unidad de cuidados intensivos, donde los médicos le regularon la presión arterial. Minutos después llegaron al recinto hospitalario familiares y amigos del ex jefe militar, quienes acusaban a sus detractores del delicado estado de salud del octogenario ex dictador.
En un comunicado oficial, los médicos declararon que Pinochet llegó por una 'falta de irrigación cerebral transitoria, por lo que permanecerá en observación'. A mediodía, Pinochet recibió la visita del actual comandante en jefe del Ejército, Ricardo Izurieta, quien se retiró sin hacer comentarios. En el interior de la clínica castrense, Izurieta se encontró con los familiares directos del ex dictador, los que los pasados días le han criticado en duros términos por 'abandonar' a su ex jefe directo. La hija mayor de Pinochet, Lucía Hiriart, dijo que la situación de salud de su padre 'es el producto de la persecución de las personas que buscan venganza'.
Pinochet sufrió, entonces, un nuevo infarto cerebral, el que se vendría a sumar a los otros que quedaron al descubierto en los exámenes neurológicos que se le efectuaron antes del interrogatorio del martes último, y que llevaron a los peritos a diagnosticarle una demencia vascular subcortical.
El internamiento de Pinochet se produce justo cuando el juez de fuero Juan Guzmán debe decidir si lo procesa o no por su responsabilidad, ya probada, en los crímenes de la caravana de la muerte, y desde ayer se transformó en un nuevo argumento para la defensa, que busca que el juez sobresea definitivamente el proceso, o al menos, no siga su curso en lo que respecta a Pinochet, justamente por su supuesta 'delicada' salud.
Por su parte, el abogado querellante Hugo Gutiérrez desveló ayer que hay antecedentes de que Pinochet ordenó al menos cuatro fusilamientos de dirigentes de la Unidad Popular, aunque éstos no están relacionados con la caravana de la muerte, pero que, a su juicio, demuestran que Pinochet miente cuando dice que no ordenó ejecuciones. Se trata de cuatro dirigentes sindicales de Concepción, los que fueron fusilados luego que el general Washington Carrasco recibiera órdenes en ese sentido del mismo Pinochet.
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