Una exposición recoge los talismanes, libros preferidos y objetos del Borges más íntimo

El centenario de Jorge Luis Borges parece prolongarse más allá de la efeméride. La exposición que se inauguró ayer en el centro Cultural Círculo de Lectores de Madrid (O'Donnell, 10), Jorge Luis Borges (1899-1999), es un homenaje al gran escritor argentino que ya ha sido presentada en varias ciudades del mundo. El montaje inicial era en forma de laberinto, aunque en Madrid no ha podido presentarse de esa manera. Una serie de objetos personales, manuscritos, condecoraciones y obras de arte que le pertenecieron forman parte de este recorrido que, como dijo ayer su viuda, María Kodama, 'permite conocer ese centro de Borges, oculto por la ironía y las respuestas parcas sobre su vida privada'.

Unos reveladores manuscritos de Las ruinas circulares muestran no sólo su letra, pareja y pequeña casi hasta hacerla ilegible, sino un aspecto casi desconocido del autor de El Aleph, el de dibujante. También se exhiben algunos de sus libros preferidos, anotados por el autor, ediciones de sus obras en otros idiomas, fotos familiares, sus talismanes (su bastón, sus pisapapeles, regalos de Japón, China, India, de los indios de Norteamérica) y pinturas y esculturas que le obsequiaron sus amigos artistas.

Hans Meinke, presidente de la Fundación Círculo de Lectores, anunció ayer que está en preparación la primera edición crítica de la obra completa de Borges. 'Es una idea que partió de mí', dijo ayer Kodama, 'porque creo que es importante para críticos y estudiosos de Borges, así como para los escritores y lectores. Es una lección de estilo, es como ver el tallado de un brillante, la evolución hacia una obra casi perfecta, porque la perfección no existe'.

La exposición permanecerá abierta en Madrid hasta el 20 de febrero.