Costas abre un expediente por el intento de desecar parte de la marisma de Plentzia

La Demarcación de Costas del País Vasco ha abierto un expediente por las obras acometidas en cerca de 2.500 metros cuadrados de la marisma de Plentzia, cuyo objetivo sería desecarlas. El colectivo naturalista Txipio Bai, que responsabiliza de la actuación a la familia que fundó la ingeniería Sener, ha comunicado también los hechos a Costas y pide la imposición de la multa prevista en la ley, así como la restauración de la marisma a su estado anterior.

La Demarcación de Costas, organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, fue advertida de las obras a finales del pasado año a través del guarda que vigila este área de Plentzia. Txipio Bai también descubrió la actuación sobre las marismas en esas fechas mientras participaba en la campaña europea Coastwatch, que persigue estudiar el litoral de los países de los Quince, puesto que al colectivo naturalista vizcaíno se le adjudicaron diversos tramos de la ría de Plentzia.

'Se ha podido comprobar que en el caserío deshabitado situado en Palados [en la margen derecha de la ría de Plentzia] se han realizado una obras con el propósito de desecar la marisma allí existente, para lo cual han realizado una zanja, introducido una tubería de drenaje con una longitud de unos 80 a 90 metros de longitud, diversas arquetas y dos compuertas o clapetas que permiten el desagüe de aguas y evitan la entrada del agua salada cuando sube la marea', señala Txipio Bai.

Este colectivo responsabiliza a la familia Sendagorta, fundadora de Sener, que dispone de un chalet en las inmediaciones 'y que años atrás también desecaron otros 4.000 metros cuadrados'. Destacan que esta zona ha sido deslindada provisionalmente por la Demarcación de Costas, que es el procedimiento administrativo para comprobar si se trata de un dominio público marítimo-terrestre y, por tanto, incompatible con cualquier actuación privada. 'Conforme a la legalidad vigente no se puede permitir la alteración física, ya que tendría consecuencias sobre el deslinde pendiente de aprobación definitiva'.

La demanda ante Costas constata la 'evidente mala fe del ejecutor de las obras', al no tratarse de obras de emergencia para reparar o prevenir daños 'ni se ha solicitado ninguna autorización'. Los ecologistas recuerdan que este área está incluido en el avance del plan de zonas húmedas del País Vasco, que le asigna 'la categoría de ordenación de especial protección, prohibiendo todo tipo de uso fuera de los científicos'.