Ciencia y Tecnología sólo ha gastado el 44,1% de su presupuesto en 10 meses

El Ministerio de Ciencia y Tecnología es el que presenta el menor porcentaje de ejecución presupuestaria de todos los departamentos, sólo un 44%, durante los 10 primeros meses del año 2000, según los últimos datos presentados por la Intervención General del Estado al Congreso de los Diputados. Ciencia y Tecnología, objeto de fuertes críticas por sus retrasos en la financiación de los programas de investigación, realizó este mes una convocatoria relámpago para gastar hasta 40.000 millones de pesetas que ha creado un profundo malestar en la comunidad científica.

El ministerio con mayor porcentaje de inversión de sus recursos es el de Sanidad y Consumo, con un 91,4%, mientras que la media del conjunto de departamentos ha sido del 80,2%.El Ministerio de Ciencia y Tecnología, cuya actuación este año se ha caracterizado por sus retrasos en convocatorias y pagos de programas de investigación y de becas, ha convocado y resuelto una convocatoria este mes con un plazo de sólo 10 días para adjudicar hasta 40.000 millones de pesetas de créditos sin interés para pagar equipamientos e infraestructuras científicas.

Esta convocatoria ha generado críticas en la comunidad científica por la premura y la falta de planificación y de transparencia a la hora de repartir los fondos. Además, algunos científicos consideran que no ha habido igualdad de oportunidades a la hora de acceder a ese dinero.

"Esto demuestra que el ministerio ha sido un desastre de gestión hasta octubre, y sigue siéndolo", comentó ayer Alfredo Pérez Rubalcaba, portavoz del PSOE en la Comisión de Ciencia y Tecnología del Congreso. Sobre la convocatoria de hasta 40.000 millones de pesetas, "se ha pasado de no gastar a gastar convulsivamente", agregó. "Mucho nos tememos que desde el 31 de octubre hasta diciembre, en el ministerio se han dedicado a gastar como locos para poder decir que se ha ejecutado el presupuesto, pero olvidando el rigor, los mecanismos de evaluación de las propuestas y la transparencia. Malo es no gastar, pero el remedio no es gastar mal".

Científicos del área de biología, por ejemplo, se quejan de deficiencias graves en equipamientos. "Desafortunadamente, en España todavía no ha habido una ayuda para infraestructuras a través del Plan Nacional [de Investigación Científica y Tecnológica] en áreas estratégicas como genómica y proteómica, cuando Francia ha invertido ya en esto 5.000 millones de pesetas", comentó Mariano Esteban, director del Centro Nacional de Biotecnología (CSIC). El CNB, centro de excelencia científica, fue visitado hace unos meses por la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés.

Los científicos, sobre todo en los grupos de investigación y centros que siguen con rigor los requisitos de proyectos justificados y evaluación de los mismos a la hora de pedir cualquier ayuda financiera, se quejan de la falta de información, de criterios y de transparencia, por parte del ministerio, a la hora de repartir esas grandes sumas de dinero para cumplir la previsión de gastos del año.

"Las prisas en el reparto, las formas con que se ha convocado y se han evaluado las peticiones y se han concedido esas cantidades, ha provocado un malestar muy grande en la comunidad científica, que está esforzándose por aumentar, como es debido, la seriedad y el rigor en programas y proyectos", comenta Víctor de Lorenzo, investigador del citado centro. "Esto nos produce una sensación de desamparo y de desánimo. Si hay una enorme bolsa de dinero disponible había que haber pensado antes en qué convendría gastarla y seguir criterios estratégicos".

Este periódico intentó ayer repetidas veces, pero infructuosamente, recabar la opinión del Ministerio de Ciencia y Tecnología acerca del porcentaje de ejecución de su presupuesto.