El Supremo aplaza el interrogatorio de Pinochet por el juez Guzmán
En un nuevo vuelco en el caso Pinochet, los mismos magistrados de la Corte Suprema que la semana pasada resolvieron que el ex dictador debía ser interrogado independientemente de los exámenes médicos a que será sometido, ayer rechazaron el recurso de la defensa para postergar el interrogatorio. Pero a la vez, actuando de oficio por cuatro votos contra uno, resolvieron que los exámenes médicos se deberán practicar al desforado senador antes del 9 de enero. Sólo después el juez Juan Guzmán podrá tomarle declaración.
La Sala Segunda de lo Penal de la Corte Suprema de Chile resolvió, en una decisión poco habitual y sin que se lo pidiera el equipo de la defensa del ex dictador, revisar un fallo previo de la misma Corte y suspender el interrogatorio que el juez Guzmán tenía previsto realizar hoy y mañana al general Pinochet en relación con los 57 homicidios y 18 secuestros cometidos por la caravana de la muerte, como escuetamente confirmó ayer el propio magistrado.Este caso, el de la caravana de la muerte, ya sirvió para que Guzmán ordenara el procesamiento del ex dictador, al considerarle responsable intelectual, ya que los ejecutores aseguraron actuar como delegados del mando militar supremo. El procesamiento decidido por Guzmán fue suspendido por la Corte de Apelaciones, primero, y por el Supremo después, debido a un tecnicismo: el juez no había tomado declaración previa al general. La batalla jurídica se ha trasladado ahora a los exámenes médicos y a retrasar al máximo esa toma de declaración, que abriría las puertas a un segundo procesamiento.
La votación de los magistrados de la Sala Segunda de lo Penal se produjo en los mismos términos y con una distribución de votos similar a los que esta misma sala había acogido la semana pasada el recurso de amparo de Pinochet y ordenado el interrogatorio en un plazo de 20 días, dejando al instructor (Guzmán) la facultad de efectuar el interrogatorio antes o después de los exámenes médicos.
A favor del nuevo fallo votaron los magistrados Humberto Espejo, Alfredo Chaigneau, Enrique Cury y Urbano Marín, y en contra votó José Luis Pérez. Para evitar la contradicción con su resolución de la semana pasada, los magistrados rechazaron la petición de la defensa del ex dictador, que trataba en el fondo de anular el párrafo de la sentencia anterior, en el que ordenaba al magistrado interrogar en un plazo de 20 días (hasta el 9 de enero) a Pinochet.
La nueva sentencia del Supremo causó sorpresa entre los abogados querellantes, quienes interpretaron que el plazo de 20 días para los exámenes mental y neurológico y rige al igual que en la sentencia anterior, mientras la defensa sostiene que se deben contar a partir de ayer, es decir, hasta el 15 de enero de 2001. El fallo agrega que si en el plazo no se han efectuado los exámenes, deberá ser igualmente interrogado.
La abogada querellante Carmen Hertz declaró al conocer el contenido del fallo: "Los magistrados borraron con el codo lo que escribieron con la mano". A pesar de esta desilusión, Hertz valoró el hecho de que Pinochet vaya a ser interrogado por Guzmán después de los exámenes médicos. La abogada explicó que la resolución estableció una secuencia distinta para las diligencias de la que había planteado Guzmán. Otro de los querellantes, Hugo Gutiérrez, afirmó que "existe una contradicción abismal entre la primera resolución y ésta".
El jefe del equipo jurídico de Pinochet, Pablo Rodríguez, sostuvo que la Corte Suprema fue "categórica" en fijar los exámenes de manera previa a la declaración indagatoria y anticipó que ahora pedirán a Guzmán el establecimiento de nuevas fechas para las pruebas mental y neurológica en el Hospital Militar, que el magistrado había fijado para el 22 de enero. Aunque el abogado defensor sostuvo que Pinochet está en condiciones de someterse a los exámenes cuando lo determine el juez, agregó que "si no existe posibilidad de declarar porque su estado de salud no se lo permite, nadie está obligado a lo imposible: ése es un principio jurídico que aprendemos desde el primer año".
Para quedar libre de tener que afrontar un proceso, los exámenes neurológicos deben determinar que Pinochet no se halla en condiciones mentales; la vejez o el deterioro físico no son suficientes, según las leyes chilenas.
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