El Tribunal Supremo de Chile ordena que se interrogue a Pinochet antes de 20 días
El ex dictador chileno Augusto Pinochet logró ayer una victoria pírrica en la Corte Suprema. Aunque el fallo emitido por la Segunda Sala Penal confirma por cuatro votos contra uno la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago -que anuló en primera instancia el auto de procesamiento en contra de Pinochet y la orden de arresto domiciliario-, ordena al mismo tiempo al juez Juan Guzmán que someta a interrogatorio al desforado general en un plazo perentorio, antes de 20 días, independientemente de si se han practicado o no los exámenes médicos al inculpado.
Voto en contra
La resolución fue recibida como un triunfo por los querellantes a pesar del término del auto de procesamiento de Pinochet, porque abre las puertas para que el ex dictador sea nuevamente encausado por el juez Guzmán, después de que interrogue al inculpado. El fallo fue bien acogido por la defensa del senador, que desde antes de la sentencia estaba presionando para que Pinochet sea sometido cuanto antes a los exámenes médicos psiquiátricos y neurológicos que, esperan, demostrarán que no se encuentra en condiciones de salud de enfrentar un proceso y ni siquiera de ser interrogado. Pinochet deberá contestar por primera vez al interrogatorio de un juez chileno por los crímenes que cometió la Caravana de la Muerte, una comitiva militar que él envió al mando del general Sergio Arellano Stark en octubre de 1973, un mes después del golpe de Estado que derrocó al presidente Salvador Allende, a recorrer el país y que, para atemorizar a la población y a las propias filas uniformadas, ejecutó a 75 prisioneros políticos -los cuerpos de 18 de ellos no han aparecido hasta hoy y se encuentran, por tanto, secuestrados-, simpatizantes del depuesto Gobierno izquierdista. Cuatro de los jueces coincidieron en que al encausamiento de Guzmán contra Pinochet le faltó un aspecto formal, técnico, la declaración indagatoria del inculpado. Desecharon así el argumento de Guzmán: que el interrogatorio por escrito a Pinochet -que el magistrado envió el 4 de octubre del año pasado por exhorto a Londres, mientras el general estaba arrestado en esa ciudad por petición de la justicia española, y que el ex dictador se negó a contestar devolviéndolo en blanco- constituyera una declaración indagatoria. La Corte Suprema no cuestionó el motivo de fondo del procesamiento: las presunciones fundadas de que él fue quien envió la comitiva militar que cometió los crímenes y nombró un delegado, al general Arellano, para que la encabezara.
El temor latente de los querellantes era que la Corte Suprema cuestionara los fundamentos de fondo del auto de procesamiento. Sólo uno de los magistrados de la segunda sala del Tribunal Superior, José Luis Pérez, votó en contra del hábeas corpus presentado por la defensa de Pinochet. Uno de los abogados querellantes, Hugo Gutiérrez, resumió que la resolución fue como "una victoria con sabor a derrota" para la defensa del general, porque éste se encuentra ahora "casi procesado". En cuanto sea interrogado Augusto Pinochet, puede nuevamente ser sometido a proceso por los mismos fundamentos anteriores, sostuvieron los querellantes. "La Corte Suprema ha ratificado que lo único que falta es la declaración indagatoria", planteó Gutiérrez y agregó que "están dadas todas las condiciones para que Pinochet sea procesado el día 21".
A su vez, el jefe del equipo jurídico de Pinochet, el abogado Pablo Rodríguez, consideró positivo el fallo porque la Corte Suprema acogió su argumento de que el procesamiento del general dictado por Guzmán fue arbitrario, sin considerar la imprescindible declaración indagatoria a la que tiene derecho toda persona. Agregó que Pinochet "no está en condiciones de ser sometido a proceso" ni a un interrogatorio por su estado de salud, por lo que debe ser examinado cuanto antes por los médicos, lo que sólo depende de estos últimos.
Por su parte, El presidente chileno, Ricardo Lagos, afirmó que el fallo de la Corte Suprema,"es una etapa más del juicio" y descartó que vaya a generar tensiones en el país "porque las cosas están funcionando muy bien".
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