Menos ruidos por favor

La semana pasada, una asociación de vecinos del Casco Viejo vitoriano llevó al Ayuntamiento sus protestas por el ruido, la suciedad y las molestias generadas por los bares de la zona. Se trata de una queja generalizada en muchas ciudades y, en particular, en sus centros históricos. En San Sebastián, por no ir más lejos, un grupo de vecinos ha vuelto a la carga con sus antiguas protestas contra el horario de cierre de la hostelería.

En Vitoria, este problema ha unido a más de 170 familias en sólo tres calles del Casco Viejo (Portal del Rey, Nueva Dentro y Nueva Fuera).

Allí la situación se ha agravado en los últimos meses por el incumplimiento de las normativas por parte de los hosteleros. Según los vecinos, el Ayuntamiento ha colaborado con su "permisividad".

El plan que está elaborando la Agencia de Renovación Urbana para revitalizar el Casco Histórico puede evitar a largo plazo este tipo de protestas vecinales. El proyecto será más restrictivo con la implantación de locales hosteleros, salvo excepciones, como restaurantes y otros.