Los retos para la mecánica básica
La industria metal-mecánica es un sector clave para el desarrollo de las actividades industriales de un país. En general, se trata de empresas de reducido tamaño y muy distribuidas por toda la geografía del país, que, a pesar de determinar la calidad final de los productos, han mostrado, hasta el presente, dificultades evidentes para la incorporación de las tecnologías avanzadas. Tienen, por tanto, como asignatura pendiente la adecuación de sus sistemas de gestión, tanto tecnológico como administrativo y comercial, a los mecanismos que están configurando la nueva economía.Como horizonte próximo en el desarrollo tecnológico de las empresas dedicadas al mecanizado de piezas metálicas, cabe destacar la mecanización de precisión y el mecanizado de alta velocidad. Estos últimos procesos con velocidades de más de 20.000 rpm, junto con el mecanizado de nuevos materiales metálicos y no metálicos, suponen todo un reto tecnológico demandado principalmente por la industria aeronáutica.
Por su parte, las empresas dedicadas a los tratamientos superficiales se enfrentan a leyes cada vez más estrictas relacionadas con la salud y el medio ambiente. Esto, unido al carácter cancerígeno de algunas sustancias utilizadas que contienen cromo o cadmio, obliga a las empresas a enfrentarse con el reto tecnológico de tener que sustituir los recubrimientos de los productos de consumo por otros que no afecten a la salud.
Es claro, por lo mencionado, que en la cadena de valor de los bienes de consumo, se encuentran grupos o subsectores de actividad, como son el de la mecanización y los tratamientos superficiales, que por su atomización y bajo nivel tecnológico, se encuentran en situación muy desfavorable para enfrentarse a los retos del futuro a corto o medio plazo. Sin embargo, sus actividades resultan absolutamente imprescindibles y claves para el desarrollo industrial. Cabe considerar, por tanto, que en la política industrial de las distintas administraciones, las ayudas para la innovación y adecuación tecnológica deben extenderse también a las micropymes.
En este contexto, el Ministerio de Ciencia y Tecnología tiene la oportunidad de establecer un plan específico de ámbito estatal para las micropymes, sobre todo de sectores tradicionales, mediante la adaptación de los mecanismos actualmente existentes de ayudas y subvenciones atendiendo a las especiales circunstancias de este tipo de industrias y actividades.
Francisco Liceaga es director de Programas Tecnológicos de Inasmet.
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