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Reportaje:RETRATO ECONÓMICO

1.900 talleres y 13 grandes empresas

La atomización caracteriza al sector de ingeniería mecánica, el puente entre la siderurgia y la industria de maquinaria

Cerca de 1.900 empresas se dedican en el País Vasco a la ingeniería mecánica, un sector que tiene en la siderurgia a su gran proveedor y en los fabricantes de otra maquinaria y de automóviles, sus mejores clientes. Hablar de empresas en este sector es casi un tecnicismo porque la atomización de esta actividad es tal que de los 1.868 establecimientos no llegan a 200 los que tienen más de nueve trabajadores; el resto son pequeños talleres con uno o dos empleados que se reparten por toda la geografía vasca.Fagor Ederlan, integrada en MCC, es la empresa más grande del sector, con más de 250 empleados, y encabeza la lista de las 13 grandes ingenierías mecánicas vascas, que superan los 50 trabajadores de plantilla. Sus cifras elevan la media de empleo en el sector hasta los 6,4 operarios por empresa.

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La atomización, llevada a su máxima expresión, es así la nota característica de este sector y la razón por la que esta actividad no cuenta con ninguna asociación que agrupe a diferentes empresas ni con ninguna empresa que actúe de portavoz.

Quien sí ha entrado a analizar el sector es la Federación de cajas de ahorro vasco-navarras, que ha elaborado un amplio informe sobre la ingeniería mecánica vasca. Este trabajo, que es el número 52 de la lista de estudios sectoriales que ha realizado la federación, desmenuza esta actividad, la sitúa comparativamente en España y la Unión Europea, y termina describiendo las amenazas y ventajas de una actividad que tiene en su tremenda atomización su mayor obstáculo.

Los tres factores que están condicionando su futuro son las demandas cada vez más exigentes de los clientes, las nuevas tecnologías y la aparición de nuevos materiales distintos del metal, como plásticos y composites.

La llamada sociedad de la información está afectando a todos los ámbitos de la economía, y la ingeniería mecánica no es una excepción. El centro tecnológico Inasmet, en el parque tecnológico de Miramón, en San Sebastián, trabaja codo a codo con algunas empresas del sector en el desarrollo de programas innovadores que refuercen su competitividad.

Pero en esta estrategia no se enmarca, ni mucho menos, el grueso del sector. Y ello, a pesar de que la tecnología, acompañada de la concentración de empresas, facilitaría una respuesta adecuada a las cada vez mayores exigencias de los clientes y contrarrestaría la tendencia a la baja en los precios que sufre este sector.

Bajo el nombre de ingeniería mecánica coexisten dos subsectores: el de ingeniería mecánica por cuenta de terceros y el de tratamiento y revestimiento de metales. En el País Vasco, el 80% de las empresas del sector se dedican a la primera de las actividades citadas, que absorbe además el 75% del empleo y el 76% del valor añadido.

Con una facturación de 160.000 millones de pesetas, las ingenierías mecánicas tienen un peso relativo en el sector español, al que aportan el 13% del empleo. En el entorno europeo, España es el quinto productor de ingeniería mecánica, por detrás de Francia, Alemania, Reino Unido e Italia, con una cuota del 9,9% del valor añadido.

Por razones obvias, la siderurgia es el principal proveedor de este sector con un porcentaje del 17,3% de las compras de las materias primas. La lista de clientes la encabezan los fabricantes de otras maquinaria, con un porcentaje del 26,5% de las ventas, seguidos por la industria auxiliar de automoción, con el 22,5%.

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