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Seguridad alimentaria

El caso de 'vacas locas' genera recelo entre los consumidores de carne

Los precios mantienen su tendencia a la baja

Hoy, pescado

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Todas las reses gallegas de más de 30 meses deberán pasar la prueba de las 'vacas locas'

Los compradores de carne vacuna mostraron ayer más recelo que miedo. En ciudades como Madrid, el anuncio de la existencia de un primer caso español de encefalopatía espongiforme bovina, o mal de las vacas locas, en una res de Galicia generó desconfianza en el consumidor, aunque sin llegar a niveles alarmantes. En la comunidad gallega, en cambio, los consumidores optaron por "fiarse" de los establecimientos a los que acuden con regularidad. "De momento, la venta sigue igual, los clientes confían en nosotros porque saben que compramos terneros a particulares", aseguraba María Cano, una carnicera del barrio coruñés de Os Castros, en cuyo establecimiento campea el símbolo de Ternera Gallega."Supongo que no nos venderán carne loca...", decía entre risas una mujer en Madrid que, como siempre, acudió al mercado más cercano de su barrio para hacer la compra rutinaria. "No, señora, no se preocupe, ésta es carne de la buena", le contestó el vendedor, no muy contento con la broma de su cliente. Esta frase, a medio camino entre la sorna y la desconfianza, se repitió ayer una y otra vez en varias carnicerías madrileñas.

Mientras algunos usuarios preferían restarle importancia al asunto, otros, más atemorizados, decidieron cambiarse, aunque fuera por un día, al pescado, como Pilar Feitoo: "La verdad es que si te comes una carne envenenada no te va a dar un ligera intoxicación, así que hoy no he comprado". "Si siguen dándole bombo a este asunto, aquí no come nadie. Además, yo no sé por qué hay tanta alarma, si, al final, de algo hay que morir. Si esto sigue así, creo que nos quedaremos sin entrar al mercado", opinaba otra madrileña.Cuando la noticia de la aparición del mal de las vacas locas en Galicia se abrió paso en la opinión pública, las pequeñas carnicerías no notaban un descenso apreciable en la clientela. Quizá por el despliegue de opiniones tranquilizadoras, alardes gastronómicos incluidos, de autoridades y expertos. En Madrid, no obstante, la disminución fue notoria. "Hay una desconfianza muy grande porque el Gobierno no habla claro. Yo creo que mis ventas habrán disminuido entre un 30% y un 40%", dijo un vendedor del mercado de La Cebada, en el centro de la capital.

El efecto del llamado mal de las vacas locas no se notó solamente entre los ciudadanos de a pie. En algunos mataderos, la actividad llegó a caer hasta en un 50%, según indicó a Efe el presidente de la Asociación Española de Empresas de la Carne (Asocarne), Fernando Pascual. La situación puede afectar negativamente, según Pascual, a las exportaciones de carne de vacuno en fresco y animales vivos a países como Italia y Portugal, vacas a Francia o carne congelada a Rusia. Los precios del ganado vacuno también se vieron afectados. Según datos de la lonja de Binéfar, de referencia en España, la carne de vaca sufrió un descenso generalizado del 15% en las últimas semanas.

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