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TRIBUNALES

El ex alcalde de Palmera, acusado de una estafa en la compra de naranjas

Un día salen de la oscuridad, se instalan en una comarca, alquilan un gran almacén y se dedican a comprar pequeñas cosechas de naranjas que en realidad nunca llegarán a pagar a los agricultores. Terminada la temporada y con las naranjas vendidas al mejor postor, se les pierde el rastro, se esfuman.Algo así es lo que ha pasado con un almacén de Piles, Linea Fruta, registrado ante notario el 6 de junio de 1994 en Gandia a nombre de un ciudadano húngaro de nombre Laszlo Katona. Por aquel entonces el empresario contactó con tres corredores de naranja implantados en las zonas de Puçol y Sagunto, entre ellos el alcalde de la población de Palmera en la comarca de la Safor, José R. F. Según consta en el escrito de la calificación fiscal en los meses de marzo y abril de 1995, Vicente S. S., Jaime B. C.y José R.F. adquirieron diversas cosechas de naranjas de las zonas de l'Horta y del Camp de Morvedre "con la promesa de un próximo pago en el breve plazo de 10 o 20 días siguientes a la recogida, garantizando el pago de la fruta recogida con su patrimonio personal".

Los corredores consiguieron finalmente captar las cosechas de siete agricultores evaluadas en unos cinco millones de pesetas. Se da la circunstancia de que uno de los agricultores más perjudicados, con una venta que ronda los tres millones de pesetas, accedió a tratar con Linea Fruta después de la intermediación de José R. F. el cual aseguró ser socio de la empresa además de alcalde de la población de Palmera. En efecto, José R.F. fue alcalde de la pequeña localidad de la comarca de La Safor durante 12 años, primero por el Partido Comunista de España, después por el PSPV-PSOE y finalmente por Nova Esquerra.

La acusación particular pide para cada uno de los tres acusados una pena de 10 años de prisión por un delito de estafa continuada. Por su parte, el ministerio fiscal solicita para los corredores de Linea Fruta cinco meses de arresto mayor. Los acusados además deberán responder de las cantidades de dinero que en su día nose pagaron a los agricultores.

En la actualidad el almacén Linea Fruta se encuentra cerrado y su propietario, Laszlo Katona, así como dos de sus socios, en paradero desconocido. Al parecer y con anterioridad el empresario húngaro se había visto involucrado en otro caso de similares características, en aquella ocasión en la ciudad de Alzira y comarca de La Ribera.

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