Pérez-Reverte cuelga 'El oro del rey' en la red para atraer a nuevos lectores de todo el mundo
"Cuanto más me fotocopien, mejor, así me leen más", declara el escritor, que no teme el pirateo
Arturo Pérez-Reverte se ha imbuido esta vez del espíritu de sus personajes. A pesar de hablar con bastante distancia de Internet, no ha podido resistirse a la aventura de publicar la cuarta entrega de Alatriste en la red antes que en papel. El oro del rey (Alfaguara) aparecerá en Internet el día 3 y permanecerá hasta el 30 de noviembre. Se podrá acceder a través del portal Inicia y costará unas 500 pesetas. Después, sólo se venderá en las librerías. ¿Y quién dijo miedo? El autor aseguró ayer que no teme el pirateo. Al contrario. "Cuanto más me fotocopien, mejor", dijo. Para este escritor de éxito, el atractivo de la experiencia es atraer al público más joven y al de habla hispana del otro lado del Atlántico que no tiene acceso a la literatura.
"Esta mañana me he enfadado con un amigo. Me ha llamado traidor, bellaco, que si la crisis de las librerías... Pero es muy tentador jugar el juego y volverle la espalda a Internet sería un suicidio; y yo soy un profesional", dijo Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951) ayer en la presentación de esta iniciativa.Y es que lo que es fascinar, a él la red no le atrae demasiado. El autor que más vendió en la última Feria del Libro (desbancando, después de muchos años, a Antonio Gala) dice que es "de otra generación"; que a él le gusta del libro el olor, la textura, el peso...
Pero su espíritu de escritor le ha llevado a lanzarse a esta iniciativa para llegar a nuevos lectores. "Intenté explicarle a ese amigo que Internet no sólo no perjudica al libro, sino que es una forma de llegar a lectores de pueblos perdidos de Perú, de Cuba, de lugares a donde no llegan los libros, porque en América Latina los libros son muy caros; para algunos, también en España. Y de esta forma, jóvenes que no leen mucho y que sí entran en Internet, también se enterarán".
Pérez-Reverte, uno de los primeros autores europeos que han colgado un libro inédito primero en la red, piensa que el perfil del lector español no cambiará demasiado, pero aumentarán ("y mucho") en América. Por eso, también le seduce a este escritor, y antes periodista, "darle un mordisco al inglés, salir al desafío, decir que también tenemos cosas que contar".
Así, se eligió la Casa de América para presentar esta experiencia ("que no experimento", matizó Juan Luis Cebrián, consejero delegado del Grupo PRISA), que se pone en marcha a través de Inicia, portal y proveedor de contenidos integrado en Prisacom. Desde allí, a través de un pantallón, el autor respondía a preguntas que le lanzaban desde el otro lado del Atlántico donde Alfaguara está presente.
Entre otras cosas, Pérez-Reverte desveló que había puesto tres condiciones para decir sí a este lanzamiento: que no hubiera publicidad entre página y página (y no la hay), que el precio fuera asequible ("de hecho es simbólico: tres euros, unas 500 pesetas") y que el libro, en un mes, estuviera en las librerías "para que el lector pueda elegir". Al principio, dijo el escritor, no se iba a cobrar nada por descargar el libro, pero "la inversión ha sido un pastón", añadió, "y había que compensar de alguna forma ese gasto".
"¿Tiene miedo a que le plagien?", le preguntaron. "Hay una cosa que está muy clara", respondió rápidamente el autor de La carta esférica: "El escritor quiere que lo lean y la potencia de Internet para llegar a todos los lugares del mundo es inmensa. Por eso me puedo permitir el lujo de que lo pirateen, yo lo recomiendo, así me leen más. Para los colegios, donde igual no pueden comprar 30 ejemplares, es una forma fácil de acceder y que los alumnos puedan hacer fotocopias es una posibilidad muy seductora; si además funciona comercialmente, mejor".
Y hablando de plagios dejó claro Pérez-Reverte que él no es un escritor ventajista, que nunca usará programas de ordenador para engordar sus libros. "Soy, ante todo, un profesional; el día que no tenga nada que contar o que no crea en lo que hago dejaré de escribir", dijo en una sala abarrotada de gente, entre los que se encontraban el director del Instituto Cervantes, Fernando Rodríguez Lafuente y el director general del Libro, Fernando de Lanzas.
Crear acontecimientos
Al escritor y académico Juan Luis Cebrián le preguntaron si en el futuro el libro cambiará. "Sí, pero un libro distribuido por Internet sigue siendo literatura. El soporte papel va a tener que convivir con otros y la creación se verá beneficiada por los nuevos soportes". Celebró que este libro se pueda comprar simultáneamente y de forma inmediata en lugares tan distantes como India, Chile o Japón."Nadie sabe cómo se va a desarrollar esta nueva etapa, pero vamos a profundizar en ella", indicó Jesús de Polanco, presidente del Grupo PRISA, "y el capitán Alatriste será de gran éxito", vaticinó. Para Isabel de Polanco, consejera delegada del Grupo Santillana, la apuesta responde a la voluntad de crear acontecimientos "y un espacio común para la creación que se hace en nuestra lengua".
Sólo dos minutos
Desde que se entra en la dirección (www.capitanalatriste.alfaguara.com) hasta que se descarga el libro, sólo pasan dos minutos. La página de este libro ("un hito en la corta historia que llevamos", dijo Iñaki Santillana, vicepresidente de Prisacom) tiene cuatro secciones: una, datos sobre el escritor, entrevistas con él, artículos...; la segunda es una sección dedicada al capitán Alatriste, con ilustraciones y su mundo del siglo XVII; la sección llamada Taberna del turco (lugar donde el capitán se reúne con sus secuaces) será interactiva; los lectores podrán intercambiar opiniones y los que se suscriban a la página recibirán información de la editorial Alfaguara, que publica a Pérez-Reverte. El último apartado de la página está dedicado a la cuarta entrega del capitán Alatriste, El oro del rey (son seis, y el autor prometió ayer que escribirá todas).
"¿Tendrá el valor de matar a Alatriste?", le inquirió una asistente a la videoconferencia. "Todos morimos, y también Alatriste, y este libro comenta el momento en el que morirá Alatriste", contestó el autor.
El oro del rey se ambienta en Sevilla. Allí recala el capitán tras volver de Flandes, se enreda en un asunto de contrabando de oro y tiene que reclutar a sicarios. Uno de ellos, el portugués, se llama Saramago, porque se lo pidió su amigo "Pepe".
Uno de los privilegios de la ficción, dijo el escritor, es que puedes hacer guiños a los amigos y también a los enemigos.
Babelia
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