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Un contagio por inhalación

La legionelosis no se contagia entre personas ni a través de la alimentación. La infección únicamente se da por inhalación de las minúsculas gotas de agua pulverizada en las que anida la bacteria. Las tres principales fuentes de estos aerosoles son las conducciones de agua (la temperatura óptima de crecimiento de esta bacteria oscila entre los 35º y los 37º), los sistemas de aire acondicionado y las torres de refrigeración. En el ámbito hospitalario puede también transmitirse por equipos de respiración y de humidificación que se utilizan con distintos enfermos. El Ministerio de Sanidad publicó el año pasado una guía de Recomendaciones para la prevención y control de la legionelosis. En ella se mencionan acciones preventivas como la "eliminación de zonas sucias mediante un buen diseño y mantenimiento de las instalaciones" y "el control de la temperatura del agua para evitar la supervivencia y multiplicación del microorganismo".

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La inspección sanitaria debe vigilar si la ubicación incorrecta de la torre produce la emisión directa a la calle o a puertas, ventanas o tomas de aire. También debe controlar si hay materiales como la celulosa (que la bacteria utiliza como soporte) u otros el hormigón, difíciles de limpiar a fojdo. Hay que examinar tambien piscinas climatizadas, jacuzzis, fuentes ornamentales y el riego por aspersión.

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