Pontevedra recuerda el poder naval del imperio de Carlos V

Los tratados originales que enseñaron a Europa a navegar se exponen desde hoy en el Museo de Pontevedra. La muestra Carlos V. La náutica y la navegación, organizada por la Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, que será inaugurada hoy por el vicepresidente Mariano Rajoy, presenta las ciencias, los instrumentos, la construcción y los escenarios mediterráneos y atlánticos del imperio carolino. La ciudad que mantiene las tradiciones del gremio de mareantes ofrece los documentos del poder naval en el siglo XVI.

El edificio Sarmiento (Sarmiento, 51), quinto espacio de un disperso Museo de Pontevedra, presenta hasta el 17 de diciembre las piezas originales que marcaron el reinado de Carlos V en su vertiente marítima, con las técnicas y los tratados que hicieron posibles las campañas militares en Europa, los descubrimientos geográficos y el comercio ultramarino.El presidente de la sociedad estatal, Juan Carlos Elorza, dijo ayer que Pontevedra estaba unida al emperador por su intensa actividad marítima en el siglo XVI, en especial a través de la Cofradía de Mareantes, un gremio que mantiene hoy las tradiciones y saca sus exvotos en procesiones. En la exposición, con un presupuesto de 142 millones de pesetas (seis se han dedicado a restauración de piezas), han colaborado Caixanova, la Diputación de Pontevedra y la Xunta de Galicia.

"La exposición ha sido un reto extraordinario porque la náutica y la navegación en el imperio de Carlos V tienen escasísima representación iconográfica en toda Europa", declaró José Ignacio González-Aller, comisario de la muestra, contralmirante de la Armada y ex director del Museo Naval de Madrid, que ha aportado el 40% de los materiales expuestos, junto con otros fondos de los archivos General de Indias de Sevilla y de Simancas, Patrimonio Nacional y el Prado.

Las dos plantas del claustro del edificio Sarmiento, antiguo colegio de los jesuitas del siglo XVIII, se han convertido en un muestrario de instrumentos, libros, manuscritos, mapas, portulanos, cuadros y armas en un montaje del arquitecto Pedro Moleón. Un mapamundi de Sebastián Caboto, impreso en Amberes en 1544, ilustra las formas del mundo conocido en ese momento, pero el visitante puede descubrir dos sillas de montar de Carlos V con tema marino, hasta ahora en los sótanos del Palacio Real; una carta autógrafa de Colón, porcelana china rescatada de la nao San Diego o el mapa más antiguo de Estados Unidos.

"Son documentos y objetos para la historia universal", afirma el comisario, al insistir en los materiales originales que se han reunido, en una variedad que salta de los tratados impresos de cosmografía y los cuadros de Pantoja de la Cruz a los documentos de Colón, Magallanes, Cortés y Pizarro. El recorrido entra por las obras de las ciencias náuticas, mezcladas con la serie completa de tapices de las Esferas, para seguir por los instrumentos y la construcción de barcos, con registros del gremio de mareantes, y termina por los escenarios europeos, atlánticos y mediterráneos del emperador. Otras secciones están dedicadas al comercio y las flotas de Indias, donde se documentan los descubrimientos geográficos y la expansión española.