Un nuevo tratamiento con células madre resulta eficaz contra el cáncer de riñón
Un nuevo tratamiento contra el cáncer avanzado de riñón, consistente en el trasplante de células madre de médula ósea de un hermano, ha reducido o eliminado los tumores y ha prolongado la vida de algunos pacientes en los que la terapia convencional había fracasado. Aunque el procedimiento, divulgado por médicos de EE UU la semana pasada, es todavía experimental y los resultados preliminares, investigadores no vinculados con el trabajo afirman que los resultados son suficientemente alentadores como para garantizar nuevos ensayos con más pacientes.
Quimioterapia ineficaz
El nuevo procedimiento, una versión modificada del trasplante de médula ósea, fue desarrollado en los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de EE UU por un equipo dirigido por Richard W. Childs. En un artículo publicado en el último número de la revista The New England Journal of Medicine, él y sus colaboradores describen los 19 casos que trataron, hace entre uno y tres años.A juicio de Childs, antes del tratamiento, pocos de los 19 pacientes tratados tenían una esperanza de vida superior a un año. Pero nueve de ellos, que fueron tratados hace más de un año, están todavía vivos, incluidos cuatro en los que han desaparecido todos los vestigios de cáncer. En los otros cinco que todavía siguen vivos, los tumores se han reducido a menos de la mitad.
De los restantes pacientes, ocho fallecieron como consecuencia del cáncer, y dos por las complicaciones derivadas del nuevo tratamiento experimental, si bien en uno de estos dos pacientes los tumores habían disminuido de tamaño.
"Tomamos a los peores de los peores pacientes de cáncer de riñón, aquellos que no tenían otra opción de tratamiento disponible, y en la mayoría el cáncer experimentó una regresión", afirma Childs en una entrevista. "Estamos haciendo que los tumores disminuyan de tamaño y aumentando la esperanza de vida de los pacientes".
Pero, matizó que es imposible decir cuánto tiempo durarán las remisiones. "No queremos emplear la palabra curación hasta transcurridos cinco años", declaró, añadiendo que los pacientes de cáncer a veces sufren una recaída después de experimentar remisiones de hasta 10 años.
Todos los pacientes que participaron en el estudio sufrían un cáncer avanzado de riñón que se había extendido a otros órganos y no había mejorado después de administrar el tratamiento convencional con interleuquina 2 o interferón alfa, dos fármacos que supuestamente estimulan el sistema inmune del paciente para que luche contra el tumor.
Esos medicamentos ayudan sólo aproximadamente al 19% de los pacientes. Y la quimioterapia estándar con fármacos pensados para matar las células cancerígenas directamente es ineficaz contra el cáncer de riñón, en parte porque los riñones están diseñados para eliminar del cuerpo las sustancias nocivas sin ser afectados por las mismas.Una vez que el cáncer de riñón ha comenzado a extenderse por el organismo, la mitad de los pacientes fallece en menos de un año.
El trasplante de médula ósea, en el que se implantan al paciente células de un donante, no se había utilizado con anterioridad para tratar el cáncer de riñón. Hasta ahora se utiliza principalmente para tratar la leucemia y otros cánceres que afectan a la sangre y al sistema inmunológico.
En esas enfermedades, al paciente se le aplican enormes dosis de quimioterapia y radiación para matar el cáncer. Pero ese tratamiento también destruye el sistema inmune del paciente y las células que producen la sangre, y si no se reponen, el paciente muere. Por lo tanto, la médula ósea del donante, que contiene células madre capaces de producir sangre y un sistema inmune nuevos, se utiliza para rescatar al paciente de la quimioterapia.
En los pacientes con cáncer de riñón, Childs y sus colaboradores utilizaron las células de los donantes de una manera radicalmente diferente. En lugar de emplearlas para rescatar al paciente de la quimioterapia, razonaron que las propias células del donante podrían luchar por sí mismas contra el cáncer del paciente.
Puesto que no resulta ser una medida útil para luchar contra el cáncer de riñón, a los pacientes de este estudio no se les aplicaron grandes dosis de quimioterapia ni de radiación. Pero, en cambio, se les administraron fármacos para destruir su sistema inmune, de forma que su cuerpo no rechazase las células madre que iban a recibir de los donantes durante el tratamiento.
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