Cataluña documenta un siglo de fotos
Una exposición en Madrid de 152 obras recorre desde el pictorialismo al mestizaje actual
El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) tiene un departamento de fotografía en igualdad con otros dedicados al arte románico y al gótico. Desde hace cuatro años cataloga y documenta 2.000 piezas, procedentes de fondos particulares y de la Generalitat de Cataluña. Uno de sus objetivos es fomentar el estudio de la historia de la fotografía en Cataluña. Una selección de 152 fotos, realizadas entre 1900 y 1999, forman una exposición itinerante que, tras su presentación en la pasada Primavera Fotográfica de Barcelona, se colgó ayer en el Centro Cultural Conde Duque, de Madrid.
La Galería del 98 del Centro Cultural Conde Duque, del Ayuntamiento de Madrid, presenta hasta el 19 de noviembre las 152 imágenes que definen las distintas etapas de la historia de la fotografía en Cataluña. El nuevo director del centro, Juan Carrete, inauguró el curso de exposiciones con este proyecto realizado entre el MNAC y Lunwerg Editores, que comprende el libro Introducción a la historia de la fotografía en Cataluña, de 357 páginas, que incluye estudios de Juan Naranjo, Joan Fontcuberta, Pere Formiguera, Laura Terré y David Balsells, y una muestra que, tras Barcelona y Madrid, se exhibirá en Italia. El montaje, con las fotografías -en su mayoría en copias de época- y vitrinas con libros y catálogos, crea tres espacios para centrar la historia en periodos definidos por acontecimientos culturales, políticos y sociales, según explicó ayer David Balsells, director de la Primavera Fotográfica de Barcelona y conservador del departamento de fotografía del MNAC, uno de los comisarios de la muestra junto con Pere Formiguera, que hoy presenta en Murcia una muestra personal, donde continúa los retratos que figuran en Madrid.
Esta reconstrucción histórica de la fotografía en Cataluña comienza con el pictorialismo de principios de siglo y, en una primera etapa, se detiene en la fotografía moderna de los años cincuenta, aunque a veces se confunde con las primeras vanguardias de entreguerras. La segunda zona entra en la nueva vanguardia, situada entre 1959 y 1975, con el predominio del realismo y el reportaje.
El periodo contemporáneo se inicia en 1975, con un fotoperiodismo liberado de la censura y las crisis de los ochenta en la llamada Escuela catalana, con la aparición de otro tipo de autor, no autodidacta, formado en la universidad, "donde prevalece la idea y no se preocupan del preciosimo", según David Balsells. "En las últimas fotos de los noventa aparece el mestizaje, es la parte más especulativa, la que va hacia el siglo XXI y el límite de la contemporaneidad".
Balsells declara que en la selección se atiende más a la obra que a los autores, todos ellos vinculados a la vida cultural de Cataluña, aunque sean de otros países, como América Sánchez, Humberto Rivas o Hannah Collins. También figuran artistas vinculados a la fotografía, como Perejaume, Palacin y Viaplana y Eulàlia Valldosera, y las imágenes de presencias internacionales, como las de Rigol, Fontcuberta y Esclusa, y las difundidas por medios masivos, como las de Armengol, Espejo, Bautista, Sentís, Aymerich, Colita, Ontañón, Manresa, Pérez de Rozas, Masats.
Además del catálogo se publica un álbum de recuerdo, con fotos de Centelles, Català-Roca, Miserachs, Maspons, Socías, Ribalta, Colom, Campañá, Godes.
Babelia
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