Educando el paladar

La cata de vinos no es un arte misterioso, ni tan siquiera complicado. Tiene una parte de técnica, que se aprende y mejora a través de la práctica, y otra de sensualidad y amor por el mosto rey, quizá la más importante. Sin entrar en los terrenos fangosos de la cata profesional o comercial, cuando degustamos vino el objetivo principal es disfrutar. Nunca hay que dejar pasar la oportunidad de prestarle la atención debida, dejando actuar a los cinco sentidos, interiorizando aromas y sensaciones en el cerebro. Cualquier ocasión es buena para ello.En esta oportunidad proponemos catar un tinto joven pero con cinco meses de crianza en barrica. Muy sorprendente, según los dogmas que imponen algunos. No se puede clasificar este Viña Sastre como crianza según la regulación de la Denominación de Origen, a pesar de tener más calidad que muchos crianzas que cumplen con la norma de la estancia en barrica.

Viña Sastre 99 exhibe un color rojo morado de capa alta. En nariz es intenso el aroma a frutas rojas, con algún toque especiado de la madera. En boca es amplio, pero sin llegar a cansar, y se agradece ese corto paso por barrica.

- Bodegas Viña Sastre.

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