Partidos, sindicatos y ecologistas de Aragón se movilizarán contra el plan

Tanto la Plataforma de Defensa del Ebro, en la que están integradas asociaciones ecologistas y sociales, sindicatos y los partidos políticos Chunta Aragonesista, IU y NI, como la Coordinadora Antitrasvase de Tarragona han anunciado movilizaciones contra el trasvase previsto de 1.000 hectómetros cúbicos de agua desde el Ebro a Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Almería. En Aragón, la oposición es unánime. En Tarragona, CiU ve inevitable el trasvase por la mayoría del PP en el Congreso y prefiere obtener contrapartidas.

Las manifestaciones tienen un objetivo común: protestar contra el Plan Hidrológico Nacional (PNH), en el que el trasvase desde el Ebro es la principal apuesta para llevar agua a las regiones del arco mediterráneo. Aunque en Aragón los partidos mayoritarios, las organizaciones agrarias, los regantes y los empresarios no forman parte de la plataforma, lo cierto es que irán a la manifestación, convocada para el 12 de noviembre. Pedro Arrojo, miembro de la Plataforma, confiaba en una presencia multitudinaria en la calle, "porque es una convocatoria abierta, en la que caben todos y con la que vamos a decir no a la mayor barbaridad que se ha pretendido hacer en los últimos años".

Esta iniciativa no cuenta con el apoyo del Gobierno regional, coalición entre el PSOE y el Partido Aragonés. El Ejecutivo ha dicho que "ahora no toca hablar de manifestaciones", aunque es quien más firmemente lidera una postura contraria al trasvase, al que se niega incluso si se cumple el Pacto del Agua de 1992.

Ayer, el presidente aragonés, Marcelino Iglesias, del PSOE, convocaba a los empresarios, los sindicatos, las organizaciones agrarias, las cuatro grandes comunidades de regantes y a la Fundación Ecología y Desarrollo, para conocer su posición ante el Plan Hidrológico Nacional y explicar la del Gobierno. Al término de la reunión todos coincidían en la necesidad de aunar posturas que divergen en algunos aspectos.

Entre quienes se oponen el PHN, el diputado de la Chunta Aragonesista, José Antonio Labordeta, declaró ayer a Servimedia que consideraba un "disparate" y un "proyecto faraónico" construir 70 nuevos pantanos en España, y que la compensación de cinco pesetas por metro cúbico de agua era "insuficiente".

Rafael Escanero, del sindicato agrícola ARAGA, se sumaba a la negativa rotunda y lamentaba que "lo evidente es que nos marcan nuestro crecimiento. Está claro, sólo podremos usar hasta 8.500 hectómetros cúbicos, los que reserva el Plan Hidrológico para la cuenca una vez regulada y trasvasada el agua". Los sindicatos UGT y CC OO lamentaban que ese proyecto sea "una forma de discriminación que favorece el enfrentamiento entre regiones".

Rechazo en Tarragona

La propuesta del Gobierno ha supuesto un alud de críticas en las comarcas tarraconenses ribereñas, que consideran al Ebro como su patrimonio más preciado. La excepción es CiU, que recuerda que la mayoría absoluta del PP en el Parlamento hará que se apruebe el plan sin problemas. CiU considera que los partidos deben llegar a un consenso en las Tierras del Ebro para la obtención de las mayores contrapartidas posibles que sirvan para dinamizar económicamente la zona.El alcalde de Tortosa, Joan Sabaté, del PSC, considera que los 1.000 hectómetros cúbicos que se prevé trasvasar son "un volumen disparatado". Sabaté denuncia que se requiera, precisamente, solidaridad a las comarcas más pobres respecto a las ricas. El PP de la población denuncia que es la actitud permisiva de CiU que gobierna en poblaciones de la ribera importantes como Amposta la que ha posibilitado la propuesta gubernamental.

En cambio, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, consideró "positivo" el borrador del plan que, sin embargo, "no es suficiente a largo plazo" para Barcelona por sus previsiones de crecimiento.