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Sacrificadas en Navarra 2.200 ovejas con una rara enfermedad

"Oscurantismo"

Los técnicos del Gobierno de Navarra siguen esperando los resultados definitivos de los expertos veterinarios que permitan identificar la enfermedad genética que obligó a sacrificar el pasado mes de junio a más de 2.200 ovejas en una granja de la localidad de Napal, situada a unos cuarenta kilómetros de de Pamplona.La sospecha inicial de que la cabaña pudiera estar afectada por la enfermedad del ganado ovino conocida como prúrigo lumbar o scrapie, relacionada con el mal de las vacas locas, provocó la matanza de todo el rebaño y el sacrificio de otras 236 ovejas en granjas de Tafalla, Amunarrizqueta, Zufía, Aspurz y Subiza, todas ellas procedentes de Napal.

Pero el consejero de Agricultura y Ganadería del Gobierno foral, Ignacio Martínez Alfaro, señaló ayer que los resultados de los análisis efectuados por la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza sobre seis cabezas seleccionadas del total sacrificado han permitido descartar que los animales padecieran scrapie, si bien los expertos continúan investigando para determinar por qué las ovejas presentaban síntomas de comportamiento muy similares a los de la encefalopatía espongiforme transmisible al ganado vacuno, caracterizado por llamativos temblores y repetidos frotamientos de la cabeza y la región de la cola contra cualquier objeto.

A pesar de que la consejería descartó ayer cualquier riesgo sanitario para la salud humana, la parlamentaria navarra de la coalición Batzarre, Milagros Rubio, acusó al gobierno de Unión del Pueblo Navarro (UPN) de haber actuado con "oscurantismo", al tardar más de un mes en reconocer que existía la enfermedad y haber negado información a los afectados, los medios de comunicación e incluso su fuerza parlamentaria, que la exigió a principios de julio.El sacrificio de las más de 2.200 ovejas se produjo el 20 de junio. Los análisis de la Universidad de Zaragoza indican que en las cabezas analizadas no se encontraron "lesiones compatibles" con el scrapie. No obstante, ayer mismo, el veterinario Manuel Mármol, ex jefe de la Sección de Alimentación Animal del Ministerio de Agricultura, señaló en una información publicada por el Diario de Navarra que el scrapie tiene un larguísimo periodo de incubación, de dos a cinco años, por lo que admitió que los animales sacrificados podrían padecer la enfermedad aunque ésta no hubiera alcanzado aún las cabezas analizadas en Zaragoza.

El scrapie puede transmitirse a las vacas si éstas comen piensos compuestos que contengan harina de carne elaborada con restos de ovejas, algo que la Unión Europea prohibió tiempo atrás. Si las vacas se infectan, pueden desarrollar a su vez la encefalopatía espongiforme bovina, más conocida como enfermedad de las vacas locas, que puede contagiar al ser humano la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.

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