Los siete grandes aumentarán la lucha contra el blanqueo de dinero para frenar el tráfico de drogas y armas

Los líderes de los siete países más desarrollados resaltaron ayer en un comunicado sobre la economía mundial los peligros derivados del blanqueo de dinero y se comprometieron a desarrollar más la persecución a fin de contrarrestar el narcotráfico o el comercio ilegal de armamento. También se mostraron de acuerdo en vigilar más las irregularidades de los llamados paraísos fiscales."Estamos preparados para actuar juntos cuando así se requiera y sea apropiado a fin de aplicar medidas" contra los países que más se distinguen en la práctica de esas operaciones fraudulentas. Un grupo de trabajo de la OCDE (la Organización para la Cooperación y el Desarrollo en Europa) ha difundido una lista negra de 15 naciones que no están contribuyendo en la lucha contra el crimen, entre ellas Rusia.

El presidente Vladímir Putin se libró del sonrojo ayer al no participar en la reunión del G-7. Rusia forma parte del selecto club desde 1997. Sin embargo, no interviene hasta ahora en las discusiones sobre la economía mundial.

Precisamente el asunto de la deuda externa rusa fue tocado, aunque de un modo tangencial, durante la jornada de ayer por los siete grandes. Moscú quiere arrancar el compromiso del G-7 de buscar una satisfactoria solución al problema de los 42.000 millones de dólares de su deuda externa, la mayoría procedente de la época de la extinta Unión Soviética.

Los dirigentes del grupo se inclinan porque el Club de París, del que forman parte todos ellos, decida el próximo otoño una renegociación de la misma. Alemania se muestra más reservada dado que es el principal acreedor. Fuentes oficiales francesas y británicas ligaron ayer la decisión a que Moscú acuerde un programa de reformas con el Fondo Monetario Internacional.