La Unión Europea prorroga un año la ayuda al sector de los frutos secos

La Unión Europea acordó ayer prolongar por un año, hasta final de 2001, las ayudas que reciben los productores de frutos secos de España, Italia, Grecia y Portugal. La propuesta fue realizada ayer por la presidencia francesa del Consejo de Agricultura. El ministro español de Agricultura, Miguel Arias Cañete, la rechazó inicialmente, al reclamar un mínimo de dos años de ayudas. Desde Unió de Pagesos se señaló que deben matenerse todos los apoyos al sector.

Concesión a los productores

Las ayudas a los productores de frutos secos debían acabar inicialmente este año. A primeras horas de la noche, sin emabrgo, la propuesta de la presidencia francesa permitió alargar las ayudas hasta diciembre de 2001. España, a través del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, se opuso inicialmente a la propuesta de la presidencia francesa.Fuentes comunitarias señalaron anoche que los productores españoles recibirán el año próximo en torno a 4.000 millones de pesetas. El sector de productores de estos frutos está en Cataluña en Tarragona y Lleida y representa alrededor de una quinta parte de la producción española de almendras y avellanas.

Fuentes comunitarias recalcaron que las ayudas al sector en España han ascendido en los últimos 10 años a 750 millones de euros (124.700 millones de pesetas).

Pere Guinovart, coordinador nacional de Unió de Pagesos, dijo que el sindicato dio un sí condicionado a que se mantenga la totalidad de las actuales ayudas y a que se respeten las subvenciones a la producción de 25 pesetas por cada kilo de almendras y avellanas.

Unió de Pagesos ha protagonizado movilizaciones en las últimas semanas para la obtención de nuevas ayudas, una vez que las concedidas desde la Unión Europea hace 10 años, ya han llegado, en su mayor parte, a su fin.

UP exige, en principio, la prórroga de las ayudas actuales (estructuradas en planes de mejora de la comercialización, por medidas medio ambientales y de ayuda a la producción) durante dos años, el plazo que el sindicato considera adecuado para negociar un reglamento específico del sector que lo desvincularía de la OCM de frutas y hortalizas en la que está incluido. El nuevo reglamento podría incorporar ayudas directas por parte de la UE al sector que la organización agraria ha cifrado en un mínimo de 88.750 pesetas por hectárea.

La propuesta de la presidencia francesa, de acuerdo con los planteamientos del comisario de Agricultura Franz Fischler, supone una concesión a los productores, dado que era precisamente el comisario el que se había opuesto de forma rotunda a renovar subvenciones en un sector que considera saneado y competitivo. Esta consideración es contraria al sentimiento de los payeses que aseguran que sus explotaciones expuestas al libre mercado son incapaces de hacer frente a la competencia, casi monopolística según su criterio, de Turquía respecto a la avellana y de EE UU respecto a la almendra.