El gasto farmacéutico en la atención primaria de Osona es muy inferior a la media de Cataluña

El gasto farmacéutico en la atención primaria es en la comarca de Osona considerablemente inferior a la media catalana desde hace al menos tres años. La contención del gasto en medicamentos es especialmente relevante en el Centro de Asistencia Primaria (CAP) El Remei de Vic, el único de España gestionado por los propios profesionales que trabajan en el centro. Los médicos de los ambulatorios de Osona atribuyen sus buenos resultados a la racionalización del gasto a través de la concienciación y el incremento del uso de medicamentos genéricos.

Políticas de incentivos

La diferencia entre el gasto farmacéutico en Osona y la media que éste tiene en Cataluña se acentuó el año pasado.La Dirección de Atención Primaria (DAP) de Osona, entidad que agrupa a las Áreas Básicas de Salud del Instituto Catalán de la Salud (ICS), registró en los tres últimos ejercicios gastos farmacéuticos de 19.720 pesetas por habitante, 17.652 y 18.116, respectivamente. En el Centro de Asistencia Primaria El Remei, gestionado por los profesionales que trabajan en el centro, los cifras son aún más bajas, con un gasto de 13.424 pesetas por habitante en 1997, 17.124 al siguiente año y 15.650 en 1999.

Todas estas cifras correspondientes a la comarca de Osona son claramente inferiores a la media catalana de los últimos años. El gasto farmacéutico por habitante derivado de la prescripción en los ambulatorios de Cataluña fue de más de 21.000 pesetas en 1997 y 1998. Las cifras se dispararon el año pasado, cuando la media se situó en 25.824 pesetas por habitante. El incremento de 1999 también se registró en Osona, aunque de forma muy leve.

José Antonio Carvajal, miembro del equipo que gestiona el CAP El Remei, apunta que la pirámide poblacional del centro es muy parecida a la de Cataluña. Carvajal coincide con Roser Vallès, representante de la Dirección de Atención Primaria de Osona, en que los buenos resultados en gasto farmacéutico obtenidos en la comarca obedecen al esfuerzo y motivación de los profesionales para la racionalización en el uso de los fármacos y al paulatino incremento del uso de medicamentos genéricos.

Carvajal señala que cada día son más los usuarios que piden que les receten un genérico. Vallès cree que el gasto en fármacos en Osona ha logrado un buen nivel, aunque apunta que cada año el gasto se puede incrementar un poco a raíz del mismo encarecimiento de los precios. En ningún caso, según Vallès, este incremento puede ser superior al 10%. La buena situación en Osona, sin embargo, hace difícil superarse cada año, aunque Carvajal opina que el gasto "aún se puede disminuir hasta lograr límites de 12.000 o 13.000 pesetas por habitante y año". Más allá de esta cifra, Carvajal considera que se estaría perjudicando la calidad de la asistencia sanitaria.

En el caso concreto del CAP El Remei, José Antonio Carvajal destaca, como otra de las causas de las buenas cifras conseguidas, el hecho de que en el centro la política de incentivos, como empresa, es una realidad. "El Servicio Catalán de la Salud (SCS) marca unos límites cada año de gasto farmacéutico. Si los sobrepasamos tenemos que pagar, pero si no se llega a ellos el dinero que sobra se reinvierte en el servicio", explica Carvajal. En su opinión, en los centros gestionados por el ICS, este tipo de políticas son más difíciles de aplicar porque se trata de una estructura mucho mayor. Es cierto que en los centros de gestión pública no existe aún una política generalizada de incentivos, pero Vallès explica que desde el año pasado se está llevando a cabo una experiencia piloto que consiste en establecer límites a la prescripción en varios centros de asistencia primaria de Cataluña. En 1999 fueron 21 los centros que participaron en el programa y esta cifra se irá ampliando año tras año hasta extenderse a todos los ambulatorios catalanes.A causa de la contención del gasto en medicamentos lograda en Osona, las medidas previstas en el decreto del Ministerio de Sanidad aprobado el pasado 30 de junio afectarán especialmente a los farmacéuticos de la comarca, que tendrán que aplicar las restricciones en un volumen de trabajo inferior al del resto de farmacias catalanas.