La falta de mano de obra amenaza con bloquear el sector de hostelería
La situación obliga a las empresas a replantear la oferta de servicios
El principal sector productivo de la Comunidad Valenciana padece problemas estructurales graves. La falta de mano de obra en la hostelería, sobre todo en la provincia de Alicante, amenaza con bloquear el sector y obliga ya a los empresarios a replantear su oferta de servicios. Mientras, los sindicatos reclaman mejores condiciones económicas y laborales. El sector necesita con urgencia unos 7.000 trabajadores en las tres provincias.
Ingresos imparables
Mientras los sindicatos advierten del peligro que supone la falta de mano de obra puesto que merma la calidad del servicio en un sector en el que el cliente es cada vez más exigente, la patronal asegura que la única solución es incorporar a sus plantillas, "con prudencia", inmigrantes de los países del Este, el Magreb y subsaharianos. Todos coinciden en que el servicio se resentirá esta temporada, en la que se prevé un incremento de cinco puntos porcentuales en el número de visitantes. La costa se llenará de turistas y no habrá personal para atenderlos, advierten. Una situación especialmente grave en el litoral valenciano, donde el turismo mantiene un carácter más temporal que el de las grandes capitales o el interior."La falta de mano de obra es importante en algunos oficios, como el de cocinero, y hace tiempo que reclamamos profesionales bien cualificados, pero detectamos una peligrosa falta de vocación". Pere Joan Devesa, presidente de la patronal turística española, Zontur, no esconde su preocupación por la situación del sector.
Los hosteleros apelan a los inmigrantes formados como alternativa para garantizar el servicio
La parte social responsabiliza de la situación a la patronal, que se resiste a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores pese a que el negocio va "viento en popa" y los ingresos crecen imparables. Eduardo Vacas, secretario de la federación de hostelería de UGT en Alicante, responde a Devesa con un ejemplo esclarecedor: "Dice que faltan cocineros cualificados, pero la bolsa de trabajo está repleta de ellos". "Lo que ocurre", añade, "es que el empresario pretende pagar 120.000 pesetas mensuales a un jefe de cocina con prestigio, pagas incluidas, y le ofrece contratos de pinche para dar apariencia de normalidad al contrato. El profesional no acepta, y prefiere trabajar en la construcción, donde gana más y vive mejor".Para Eduardo Vacas, no es del todo cierto que falte mano de obra en hostelería. Lo que ocurre, según la experiencia que recoge desde el sindicato, es que muchos profesionales se han "fugado" a otros sectores que pagan mejor y permiten al trabajador disponer de fines de semana libres. "Los empresarios pretenden pagar el salario mínimo y someternos a jornadas bárbaras de 55 horas semanales, cuando en la construcción, por ejemplo, se gana el doble, trabajas ocho horas al día y tienes los fines de semana libres". Es un toque de atención a la patronal. "Los profesionales están ahí, pero hay que pagar por ellos", insiste Eduardo Vacas.
La patronal discrepa de este análisis. "Es seguro que si pagáramos más se cubrirían todos los puestos, pero eso sólo sería posible si aumentáramos los precios, con lo cual perderíamos competitividad y el negocio no se mantendría", asegura Pere Joan Devesa. "La situación no obedece a un afán de lucro desmedido de los empresarios, que conceden a los trabajadores los mayores niveles de ingresos posibles", añade el portavoz de la patronal.
En la provincia de Alicante funcionan actualmente más de 8.500 empresas ligadas al sector hostelería. Hoteles, bares, restaurantes, discotecas, cámpings o boleras dan trabajo a alrededor de 30.000 personas, pero tanto la patronal del sector como los sindicatos aseguran que garantizar un buen servicio a los turistas durante sus vacaciones requeriría la incorporación inmediata de 5.000 profesionales más.
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