El realismo mágico en español es lo que mejor se vende en el extranjero
29 de cada 100 títulos exportados son de literatura latinoamericana
El realismo mágico y sus ecos macondianos son los temas preferidos por los hispanohablantes en el extranjero. Cien años de soledad y Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez; La casa de los espíritus e Hija de la fortuna, de Isabel Allende, y Como agua para chocolate, de Laura Esquivel, son los cinco libros escritos y editados en español más exportados a 116 países de habla no hispana.
Libro vendido, libro leído
Los hispanohablantes en los países donde el español no es idioma oficial se decantan por adquirir títulos del Nobel colombiano Gabriel García Márquez, la chilena Isabel Allende y la mexicana Laura Esquivel, según el último informe del Centro de Exportación de Libros Españoles (Celesa), con un catálogo disponible de 300.000 títulos.Alemania, Francia y Estados Unidos son los destinos donde más acogida tienen estos nuevos mundos creados en español, que incluyen desde narrativa o poesía hasta diccionarios o libros de economía. Estos títulos también cruzan cada día las fronteras de otros 113 países a través de una red de librerías que ya supera las 4.000. Y que llegan hasta allí ya sea por iniciativa comercial de la propia librería o por encargo de algún cliente. Si es esta segunda opción los responsables son en primer lugar las colonias de españoles y latinoamericanos, luego los nativos estudiantes de español, los universitarios y centros de educación y en cuarto lugar los profesionales o especialistas.
Después de la literatura latinoamericana, a la cual corresponden 29 de cada 100 libros vendidos, la categoría más exportada es la literatura española contemporánea (16,53%), seguida por los llamados métodos de enseñanza, gramáticas y material complementario (16,46%) y en cuarto lugar los clásicos españoles, que incluye narrativa, poesía y teatro (13,23%). Tras ellos, una veintena de categorías.
Si esta preferencia por lo latinoamericano reconfirma el hallazgo que supuso la apertura de una puerta literaria donde conviven mundos míticos, fantasmales y reales, el gusto por lo peninsular sigue sostenido por las historias que no levantan los pies de la tierra. Proceden de épocas, géneros y estilos diferentes. Así lo demuestran los cinco títulos de literatura española contemporánea más exportados: junto a las historias sobre la guerra civil española retratadas en Réquiem por un campesino español, escrito por Ramón José Sender (1902-1982), aparece una de las obras que abrió la corriente tremendista: La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela (Padrón, 1916). Los otros tres títulos corresponden a autores más jóvenes: el primero es una de las novelas más premiadas en el extranjero en los últimos años: Mañana en la batalla piensa en mí, de Javier Marías (Madrid, 1951); mientras las otras dos además del éxito de ventas han sido adaptadas al cine: El club Dumas y El maestro de esgrima, de Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951).
Si de clásicos de la literatura española se trata, los simpatizantes de textos en español tienen presente a uno de los grandes del Siglo de Oro: Pedro Calderón de la Barca (1600-1681) con La vida es sueño y El gran teatro del mundo. A su lado, el escritor y filósofo Miguel de Unamuno (1864-1936) con En torno al casticismo y Federico García Lorca (1898-1936) con La casa de Bernarda Alba y Bodas de sangre.
En cuanto a la poesía, sigue indestronable Veinte poemas de amor y una canción desesperada de Pablo Neruda (1904-1973), de quien además figura en la lista de más vendidos Poemas. En el mismo apartado están Antonio Buero Vallejo (1916-1999) con sus obras teatrales Historia de una escalera y El tragaluz y la recopilación de José Olivio Jiménez titulada Antología de la poesía hispanoamericana.
Pese a que las cifras de exportación no son muy altas -si se comparan con las de las ventas en España cuya tirada el año pasado fue de 240 millones de ejemplares-, debido a que fue de un millón de ejemplares (6.000 millones de euros netos), son importantes porque las ventas aumentaron un 19% con respecto a 1998, afirma José María Redondo, director de Celesa. "Los números no pueden ser tampoco demasiado altos porque se trabaja con un público potencial muy, muy inferior al de este país o América Latina", añade Redondo. Se trata de un servicio relativamente nuevo y hecho sobre pedido del comprador-lector último.Aunque Celesa empezó su actividad en 1970 exportando materiales a Estados Unidos, sólo hasta 1986 no empezó a promocionar los libros en español en el resto del mundo donde se hablan otras lenguas. Para ello, cuenta con el servicio de 83 editoriales que representan el 51% de Celesa, mientras que el resto pertenece al Ministerio de Cultura, o, mejor, a la Dirección General de Patrimonio.
La ampliación de fronteras no para, y Japón es uno de los objetivos a conquistar. Mientras tanto, se busca la alianza con Internet, a través del cual se espera fortalecer la red de compradores ya existente, afirma Redondo. Ello teniendo en cuenta que si alguien en Australia, por ejemplo, está interesado en un libro en español no lo va a pedir a la editorial, que tendría que despachar decenas de solicitudes similares a diferentes partes del mundo, sino que lo hace a través de Celesa, que funciona como una gran distribuidora. Es decir, que todo se canaliza a través de Celesa que hace el pedido a cualquiera de las 83 editoriales adscritas. Los pedidos diarios, cuenta Redondo, están entre 120 y 140, y algunos son de un solo libro. Pero el pedido medio es de 37 títulos, que pueden involucrar fácilmente a 20 editoriales, aunque la facturación mínima es de 20 euros. Lo que garantizaría el cumplimiento de uno de los sueños de autores y editores: libro vendido, libro leído.
Babelia
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