Barcelona acoge el Festival de Arquitectura Avanzada

Metápolis 2.0, presentado como el Festival de la Arquitectura Avanzada y subtitulado por sus organizadores como Trailer de ideas para la Nueva Arquitectura, es un congreso de arquitectura abierto al público, previo pago de una entrada, en el que participan grupos de arquitectos jóvenes de toda España preocupados por responder, desde su perspectiva profesional, a las necesidades y a la evolución de su tiempo. Comenzó el pasado jueves en el marco del teatro Mercat de les Flors de Barcelona como si de un gran espectáculo multimedia se tratara. Situadas en las gradas del teatro, seis grandes pantallas delimitaban los distintos debates sobre los retos que la nueva dinámica social plantea a la arquitectura y al urbanismo. Estos debates, que continuaron ayer, se han complementado con presentación de libros, exposiciones y la entrega de los premios Metápolis a las propuestas innovadoras, una de las cuales ha recaído en el suplemento Ciperp@is. El festival concluye esta noche con el estreno del espectáculo Metápolis J, que fusiona cine, teatro digital, concierto y música dance, que tendrá una duración de seis horas.Sus organizadores, el colectivo Metápolis, formado por los arquitectos Manuel Gausa, Vicente Guallart, Willy Müller, Xavier Costa, Enric Ruiz y el grafista Ramon Prat, pretenden buscar la conexión de la arquitectura y el urbanismo con otras disciplinas. En este sentido, sus debates no son cerrados a su entorno corporativo.

"Hemos estructurado el espacio en tres zonas: en una, el visitante puede ver una exposición de libros que han representado el germen de lo que aquí intentamos hacer; en el Think Tank intentamos, mediante los debates simultáneos, que las ideas germinen, y en el Chill Industry Out presentamos a fabricantes osados que demuestran que lo que ideamos puede adquirir forma concreta", explica Vicente Guallart.

El festival comenzó el año pasado de forma tímida con un presupuesto de 500.000 pesetas, y este año ha conseguido ya el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, el Ministerio de Fomento y el patrocinio privado hasta alcanzar un presupuesto de 20 millones.