Villalobos y las comunidades sellan un pacto nacional para acabar con las listas de espera

Los planes para reducir las listas de espera no contarán con financiación adicional del Estado, al menos hasta 2002, cuando el acuerdo presupuestario actual será revisado. La ministra de Sanidad, Celia Villalobos, pactó ayer con los consejeros de todas las comunidades la creación de un grupo de expertos que deberá, antes de diciembre, definir unos criterios comunes de contabilización de las listas de espera de todo tipo y evaluar los recursos necesarios para reducir las demoras y establecer un tiempo máximo. La ministra quiere alcanzar una especie de Pacto de Toledo de la sanidad entre todas las fuerzas políticas.

El acuerdo alcanzado ayer por las 17 comunidades autónomas en el marco del Consejo Interterritorial de Salud compromete a todas las administraciones implicadas a establecer "criterios explícitos de indicación clínica, de inclusión y de priorización en lista de espera". Siete de estas comunidades ya tienen competencias sanitarias, y el resto las asumirán a lo largo de esta legislatura, según el compromiso explícito de la ministra.Villalobos y los 17 consejeros se comprometieron a "estandarizar los criterios que sirven de base para el cómputo de las listas", a "definir los indicadores de medida y seguimiento de las listas de espera comunes a todo el sistema nacional de salud", a informar periódicamente sobre la evolución de las listas y a otras homologaciones, tales como establecer criterios de inclusión en cada lista, de priorización y de establecimiento de los tiempos máximos admisibles para cada patología.

Para los procesos de "alta complejidad y prioridad clínica", las administraciones acordaron también hacer posible la libre elección de hospital, comenzando por las intervenciones quirúrgicas no urgentes. Ello implica que, cuando sea evidente que un paciente no va a poder ser operado antes del tiempo máximo definido para su patología, se le dará la oportunidad de elegir entre permanecer en la lista de espera de su hospital o ser desviado a otro centro para ser intervenido dentro del plazo admisible.

Los consejeros consultados al término de la reunión, que se prolongó cuatro horas en el Ministerio de Sanidad, se mostraron satisfechos del acuerdo y, por primera vez, declararon buena disposición para alcanzar un Pacto de Toledo en materia de salud.

Sobre los planes de choque propuestos para las listas de espera cardiaca en el Insalud y varias comunidades con las competencias transferidas, Villalobos aseguró que deberán ser financiados con los presupuestos actuales de esas administraciones. "Cada comunidad asumirá esos planes con sus propios presupuestos", dijo Villalobos, que añadió: "Necesitamos analizar la situación con cierta tranquilidad".

Antes de que acabe este año, la comisión de expertos deberá haber definido los recursos necesarios para una gestión más eficaz de las listas de espera. El grupo de expertos contará con el asesoramiento de sociedades científicas, sindicatos y asociaciones de usuarios. También abordarán la cuestión de las demoras para obtener un diagnóstico, donde actualmente se dan retrasos importantes que no se contabilizan.

Sobre el plan de choque de cirugía cardiaca del Insalud, anunciado la semana pasada por el presidente del Gobierno, José María Aznar, la ministra dijo que no podía garantizar su fecha de comienzo. "Si no es el día 13, será el 15. No me importa tanto que sea el 13 o el 15 como que las medidas sean las adecuadas". Por último, Villalobos aseguró que no desea introducir "criterios políticos" en los trabajos de la comisión.

También el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, se manifestó ayer sobre el tema. "Las listas de espera son un problema general que se da en todas las partes del mundo donde existe una sanidad universal, gratuita y de calidad", declaró ayer en Budapest (Hungría). Pujol se quejó de que el tema parecía que se había centrado en Cataluña, pese a que ésta es la comunidad donde más intervenciones cardiovasculares se realizan. "A pesar de todo, hacemos todo lo posible para resolver las urgencias. Dedicaremos absoluta prioridad al tema", dijo Pujol.

Sobre el problema de la financiación del plan de choque de la Generalitat, Pujol manifestó que esperaba que "todo el mundo" entendiera que "si se dedica más dinero a la Sanidad, hay que quitarlo de otras partes". Y apuntó una pequeña fuente de ahorro: renunciar a las obras de reparación que se iban a realizar en la Casa dels Canonges, residencia oficial del presidente catalán. "No teman, que el presidente de la Generalitat no se manifestará porque no le arreglen la casa", declaró con ironía.