El vecindario del entorno de la Lonja de Valencia defiende la actividad hostelera

Numerosos vecinos del entorno de la Lonja de Valencia, edificio declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco, salieron ayer en defensa de la actividad hostelera existente en las calles adyacentes y criticaron la actuación de la asociación vecinal La Boatella, que acusa a los estabecimientos de la zona de contribuir a deteriorar uno de los mayores exponentes de gótico civil valenciano con la colaboración de la desidia municipal. El presidente de la asociación de vecinos La Boatella anunció el pasado domingo que pedirá a la Unesco que retire la calificación de patrimonio de la humanidad a la Lonja ante la incapacidad del Ayuntamiento de Valencia para hacer cumplir las normas de protección que afectan al edificio y su entorno. Unas críticas que son secundadas por la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia, Carmen Vila.Fuentes del equipo de gobierno municipal indicaron ayer que no hay ningún problema con la protección arquitectónica del edificio de la Lonja y que se están desarrollando los trabajos de mejora y rehabilitación previstos para mantener en las mejores condiciones el emblemático edificio. El concejal de Disciplina Urbanística, Alfonso Novo, reconoció que se había abierto algún expediente a alguno de los bares del entorno de la Lonja por la colocación de carteles, pero negó tener constancia de la existencia de problemas graves. Novo indicó que, incluso, los vecinos de las calles adyacentes a la Lonja habían mostrado su satisfacción por la actividad hostelera ya que aumentaba la seguridad de las calles. El edil indicó que el Ayuntamiento trabaja en un proyecto para unificar el mobiliario de los establecimientos hosteleros y ordenarlos mejor. Varios vecinos dijeron que recogerán firmas a favor de los bares.