Luzón ingresa en Bellas Artes con el hallazgo de una 'presa' El arqueólogo investiga las obras de arte que llevaba un barco inglés apresado en 1778
José María Luzón, de 58 años, catedrático de Arqueología Clásica, ingresó ayer en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con un discurso sobre sus investigaciones de las obras de arte de una presa inglesa. En una labor detectivesca, identifica los contenidos de 57 cajones que llevaba el barco inglés Westmorland cuando fue apresado en 1778 por dos buques franceses. Los cajones se subastaron en Málaga y se dispersaron por varias instituciones.
El discurso de José María Luzón, titulado El 'Westmorland': obras de arte de una presa inglesa, con el que ingresa en Bellas Artes en la vacante dejada por Luis Díez del Corral, es un anticipo de tres años de investigaciones en equipo, dentro de un programa de la Universidad Complutense sobre recopilación de fondos documentales de museos. Los académicos José Luis Sánchez, Joaquín García Donaire y Julio López Hernández propusieron el nombre de Luzón para la sección de escultura, y en un principio pensó dedicar el discurso a algún aspecto de la enseñanza de la escultura. En su respuesta, el escultor López Hernández también siguió la pista a la copia de un cuadro del Prado hecha por Antonio López siendo estudiante de Bellas Artes.
"Las investigaciones siguen en marcha en diversos centros de España, Londres, Livorno, Pisa y Roma, y, además de interesar a los que se dedican a presas, van a explicar el flujo artístico entre Italia e Inglaterra en el siglo XVIII y la formación del neoclasicismo", declaró Luzón, ex director del Arqueológico y del Prado, antes de intervenir en la academia.
De la historia de aquella presa inglesa en la guerra entre Francia e Inglaterra (guerra de la independencia de Estados Unidos o guerra de las 13 colonias) se han identificado las bibliotecas de los cuatro personajes ingleses -a partir de las iniciales de libros y cajones- que volvían a su país después de realizar el Grand Tour por Italia, como era habitual en la nobleza, acompañados de tutores, antes de entrar en la vida política. También se conoce que llevaba Perseo y Andrómeda, un cuadro de Mengs que hoy está en el Ermitage de París.
Después de más de dos siglos se ha podido reconstruir cada objeto de valor que transportaba el Westmorland, tras su captura a la salida del puerto italiano de Livorno camino de Londres, su subasta en el puerto de Málaga -uno de los tres puertos españoles relacionados con las presas de guerra- y su traslado a Madrid, por orden del conde de Floridablanca, para su estudio en la academia y posible compra a la Compañía de Lonjistas, cuya negociación se conserva en el Banco de España.
Los inventarios han dado las pistas para llegar a los retratos de tres jóvenes pintados por Pompeo Batoni, identificados en el Prado y en el museo de la Real Academia de Bellas Artes. También se conocen dos chimeneas de mármol, una que instaló Juan de Villanueva en el palacio del Prado y otra que se conserva en el Palacio Real. La mayoría de los libros, mapas y estampas se encuentran en la biblioteca de Bellas Artes, lo que explica también la abundante colección de obras de Piranesi que hay en España, y hay otros materiales en el Museo de Ciencias Naturales, como "las muestras de piedras, petrificaciones y lavas del Vesubio".
Aunque miembros del equipo siguen investigando en Londres -se conocen los seguros y reaseguros en los archivos de Lloyd- y en Italia, José María Luzón opina que el Westmorland era un verdadero museo flotante que hoy se convierte en una página sorprendente e inédita sobre el estudio del Grand Tour de personajes ingleses y decisiva en la historia de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
"El estudio de esta copiosa colección será uno de nuestros principales compromisos en los años venideros", afirmó Luzón al finalizar su discurso de entrada en la Academia de Bellas Artes.
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